Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de la Universidad París V (Francia) han identificado una posible terapia para regular el crecimiento muscular y evitar los efectos secundarios de las actuales basada en el aumento de tamaño de las células musculares. Los resultados del estudio se publican esta semana en la edición digital de la revista Nature Cell Biology.



Según los científicos, muchas enfermedades se originan cuando no se regula adecuadamente el crecimiento muscular y la pérdida de masa muscular es un problema muy importante durante la tercera edad y en los pacientes con sida o infección por VIH.



Los investigadores determinan una nueva forma de controlar el crecimiento muscular mediante el aumento del tamaño de las células musculares, una aproximación que podría minimizar la posibilidad de efectos secundarios indeseados, a diferencia de las terapias actuales.



Los científicos explican que el crecimiento muscular puede lograrse de dos maneras: incrementando el número de células musculares a través de la división celular o aumentando su tamaño. Los tratamientos actuales para incrementar el crecimiento muscular tratan de explotar la primera vía pero como resultado corren el riesgo de inducir una división celular descontrolada y cáncer.



Los investigadores han identificado un mecanismo regulador específico, que podría convertirse en un potencial objetivo terapéutico, que controla el tamaño pero no el número de células musculares.



Los científicos explican que la accesibilidad a los nutrientes y los niveles de factor de crecimiento regulan el crecimiento muscular mediante dos proteínas señalizadoras: las quinasas TOR y Akt. Los investigadores descubrieron que una proteína que actúa junto con las quinasas TOR y Akt, la quinasa S6k1, se dirige exclusivamente al crecimiento celular de las células musculares unidas al esqueleto pero no afecta a su división, lo que significa que el crecimiento muscular puede ser regulado independientemente.



Según los científicos, este descubrimiento podría proporcionar las bases para desarrollar terapias más sanas contra la pérdida de masa muscular. Además, posibilitaría el aumento de la masa muscular a través de la activación de la S6k1 sin riesgo de potenciales efectos secundarios dañinos en la división de la célula muscular.