Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo español ha desarrollado una técnica de tomografía electrónica que ha permitido "atrapar" las singulares características del "padre" de todos los virus, el vaccinia, que hasta ahora se escapaba a las técnicas microscópicas convencionales. El trabajo -realizado en colaboración con investigadores del Instituto Max Planck de Alemania- está dirigido por el español José Luis Carrascosa, del departamento de Estructura de Macromoléculas del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

Carrascosa explicó a EFE que el vaccinia es el virus más grande y uno de los más complejos que existen y que se conoce y utiliza desde hace 200 años para obtener vacunas tan importantes como la de la viruela, con la que guarda una gran semejanza. Ahora, mediante técnicas de ingeniería genética, se emplea para estudiar el virus del sida, entre otros.

Sin embargo, su gran tamaño lo hacía hasta ahora inabordable para las tecnologías convencionales de microscopía, pero, paradójicamente, es demasiado "pequeño" para los instrumentos que observan cuerpos mayores. "Está en un terreno intermedio que impedía analizarlo", subrayó Carrascosa, cuyo trabajo se publicará en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Esta investigación supone la puesta en marcha de una nueva tecnología, la tomografía electrónica, que permite hacer microscopía tridimensional con un alto nivel de resolución y que está siendo desarrollada por contados grupos en el mundo. Por otra parte, la aplicación concreta de esta tecnología para determinar la estructura del vaccinia muestra claramente la potencia de este método y clarifica preguntas que los virólogos se han planteado durante muchos años, indicó.

Los virólogos pensaban hasta ahora que la estructura interna del virus era estanca, pero han descubierto que tiene poros a través de los que el núcleo, sin romperse, puede expandirse.

Esta investigación es fruto de la colaboración entre un grupo del Max Planck y el equipo de Carrascosa en el CNB, dentro de un proyecto europeo denominado Red de Excelencia en Microscopía Tridimensional.

Este trabajo ha permitido definir nuevos componentes virales que pueden ayudar a entender la biología del vaccinia y definir estrategias "para el importante uso de este virus como vector de vacunas para enfermedades infecciosas e incluso para el cáncer, así como para la expresión de genes de interés médico", aseguró Carrascosa.

Además, la investigación demuestra, a su juicio, "la potencia y posibilidades" de la tomografía electrónica para el estudio de muestras muy grandes y que hasta ahora no se podían ver con la alta resolución de la microscopía electrónica. Su desarrollo, añadió, "puede ser clave" para la nueva frontera en Biología, que consiste en hacer el mapa tridimensional detallado de los componentes celulares y sus interacciones.