Científicos de la Universidad de Toronto (Canadá) y de la compañía Caprion Pharmaceuticals publican en "Nature Medicine" haber descubierto la base para el desarrollo de herramientas diagnósticas y tratamientos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). En opinión del Dr. Neil Cashman, principal autor del Centro de Investigación de Enfermedades Neurodegenerativas de la citada universidad canadiense, podría desarrollarse una vacuna que previniera la infección priónica en animales, mientras que en el caso de seres humanos, podría desarrollarse una estrategia de inmunoterapia que proporcionaría anticuerpos al organismo que se unirían a los priones infecciosos, capacitando al sistema inmunitario para reconocerlos y destruirlos. La estrategia serviría tanto para la variante clásica como para la nueva variante de la ECJ. Tras años de experimentos fallidos intentando la generación de anticuerpos contra priones infecciosos en ratones, emplearon un nuevo método en el que los anticuerpos reconocen y reaccionan contra los aminoácidos localizados en la superficie de estos agentes infecciosos. Explican que ciertos aminoácidos son característicos de los priones anómalos y no se encuentran en la superficie de los priones normales. Esta diferencia permitiría al sistema inmunitario distinguirlos y atacar únicamente a los priones infecciosos. Además, han observado que la cadena de aminoácidos que caracteriza a los priones infecciosos (tirosina-tirosina-arginina) es común a las distintas especies animales. En la actualidad ensayan una potencial vacuna contra la enfermedad priónica en ratones. No obstante, las aplicaciones comerciales inmediatas del descubrimiento se encuentran en el terreno diagnóstico. Nature Medicine 2003;10.1038/nm882 |