La Asamblea Mundial de la Salud ha adoptado por unanimidad una resolución que recomienda tomar medidas urgentes para frenar el impacto de la violencia en la salud pública a escala mundial. Durante las deliberaciones en torno a la resolución, los representantes de los 192 Estados miembros de la OMS hablaron de las repercusiones devastadoras de la violencia en la salud física, mental y reproductiva y de los muchos recursos humanos y financieros requeridos para responder a ella. "Adoptando esta resolución sobre la violencia y la salud, el mundo está rechazando la opinión de que la violencia es inevitable", dijo la Dra. Gro Harlem Brundtland, directora general de la OMS. Cada día unas 2.200 personas se suicidan, 1.400 son víctimas de homicidios y 850 fallecen como consecuencia de las guerras. Muchos miles más quedan permanentemente discapacitadas tras sufrir agresiones no mortales. Después de examinar estos y otros datos del Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, un trabajo pionero de la OMS, los delegados declararon su compromiso de redoblar la respuesta mundial a la violencia. La resolución adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud exhorta a los países a elaborar planes nacionales a fin de asegurar que se adopten medidas más focalizadas y coordinadas para prevenir la violencia en todos los sectores de la sociedad. Exhorta además a mejorar el acopio de datos para determinar más exactamente las dimensiones del problema y quiénes son los principales afectados; mejorar los servicios prestados a las víctimas de la violencia para asegurar que cuando contacten con los servicios de salud reciban no sólo tratamiento para las lesiones y enfermedades sino también apoyo psicológico, social y jurídico; y dedicar más atención a abordar las causas fundamentales de la violencia. "A nuestros hijos, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad, les debemos una vida sin violencia ni temor", declara Nelson Mandela en el prólogo del informe. "Debemos hacer frente a las raíces de la violencia. Sólo entonces transformaremos el legado del siglo pasado de lastre oneroso en experiencia aleccionadora". Durante los debates los países describieron las medidas iniciales que han adoptado en el contexto de la Campaña Mundial de Prevención de la Violencia lanzada por la OMS paralelamente al informe. Desde el pasado mes de octubre, unos 30 países han mantenido debates sobre sus políticas nacionales para planear la aplicación de las recomendaciones del documento. Bélgica, Costa Rica, Francia, Jordania, la Federación de Rusia y Sudáfrica están preparando informes nacionales que les servirán de base para elaborar sus políticas nacionales. Otros países han empezado a formular planes nacionales de acción para la prevención de la violencia o han creado redes de prevención de la misma. La resolución proporciona una base internacional para complementar esos pasos iniciales con medidas adicionales. "La salud pública ha cosechado algunos logros notables en las últimas décadas, en particular por lo que se refiere a reducir las tasas de muchas enfermedades de la infancia", dijo la Dra. Brundtland. "Sin embargo, salvar a nuestros niños de esas enfermedades sólo para dejar que sean víctimas de la violencia, de la brutalidad de guerras y conflictos o de autolesiones sería un fracaso de la salud pública". La OMS ofrecerá a los Estados miembros su pleno apoyo para aplicar la resolución. Como parte de ello, la OMS está finalizando actualmente unas directrices sobre la manera de prevenir la violencia y fortalecer los servicios para las víctimas. |