Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
Pesar más de 100 kilos aumenta el riesgo de cálculos renales hasta un 92 por ciento en mujeres adultas jóvenes y hasta un 44 por ciento en hombres de mediana edad, según un estudio del Hospital Birminghan y de las Mujeres y de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). Los científicos también han descubierto que mayores índices de masa corporal y circunferencia de cintura se asocian con un mayor riesgo de sufrir esta afección. Según los científicos, los cálculos renales son una causa importante de enfermedad que padece un 10 por ciento de hombres y un 5 por ciento de mujeres a lo largo de su vida. Los investigadores creen que un tamaño corporal mayor supone un incremento de la excreción urinaria de calcio y ácido úrico, lo que eleva el riesgo de litiasis de calcio en el riñón. Hasta ahora no se ha aclarado si la obesidad incrementa el riesgo de formación de cálculos renales y tampoco si ganar peso tiene alguna influencia sobre este riesgo. Los autores del estudio pretendían determinar si el peso, el aumento de peso, el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura se encontraban asociados con la formación de piedras en el riñón. El análisis incluyó datos procedentes de tres grupos de estudio: 45.988 hombres de entre 40 y 75 años, 93.758 mujeres de entre 34 y 59 años y 101.877 mujeres más jóvenes de entre 27 y 44 años. Los investigadores descubrieron que después de ajustar la edad, factores dietéticos, consumo de bebidas y uso de diuréticos, los hombres que pesaban más de 100 kilos tenían un 44 por ciento más de riesgo de desarrollar cálculos renales que los hombres que pesaban menos de 68 kilos. Para esta categoría de pesos, las mujeres más mayores tenían un 89 por ciento más de riesgo y las mujeres más jóvenes un 92 por ciento más. Los hombres que engordaban más de 15 kilos desde los 21 años tenían un 39 por ciento más de riesgo de sufrir piedras en el riñón, en comparación con aquellos hombres cuyo peso no había cambiado. Con similar aumento de peso, las mujeres más mayores tenían un 70 por ciento de riesgo superior de desarrollar esta afección y las mujeres más jóvenes un 32 por ciento. Los científicos también encontraron que mayores índices de masa corporal y circunferencia de cintura se asociaban con un mayor riesgo de sufrir esta dolencia. Según los científicos, la asociación positiva entre tamaño corporal y riesgo de cálculos renales no puede explicarse por diferencias en la dieta que afecten al desarrollo de la enfermedad y destacan que la magnitud del incremento del riesgo puede ser mayor en mujeres. Los investigadores sugieren estudios próximos que exploren los efectos de la obesidad y el sexo en la composición de la orina así como la conveniencia de estudiar la pérdida de peso como posible tratamiento para prevenir los cálculos renales. |