Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los priones, algunos de los cuales son responsables de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE) o mal de las vacas locas, también pueden alcanzar en determinadas condiciones el hígado, el páncreas y los riñones de los ratones y concentrarse allí. A esta conclusión llegó un equipo internacional de investigadores dirigido por Adriano Aguzzi de la universidad de Zurich, y su estudio fue publicado en la revista científica Science en su versión digital (DOI: 10.1126/science.1106460).

Los expertos investigaron ratones, que presentaban inflamación grave específica en esos órganos, y comprobaron que los priones migran con ayuda de células de defensa del sistema inmunológico a los órganos enfermos y se concentran allí. Este resultado respalda la hipótesis que los priones también pueden expandirse en el cuerpo de animales domésticos con inflamación crónica a otros órganos distintos de los tejidos nerviosos y linfáticos, señalan los investigadores.

Sin embargo, esto no implica un peligro para los consumidores, porque primero se debe demostrar que esta vía de expansión también ocurre en ganado vacuno, explicó el neuropatólogo Walter Schulz-Schaeffer de la universidad alemana de Gotinga, al ser consultado por DPA. "Las entrañas de los animales viejos además caen bajo la definición de material de riesgo y no pueden ser comercializados", añadió.

Los priones causantes de la BSE son considerados los agentes responsables de una nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt Jacob en el hombre.

El trabajo de Aguzzi es interesante para la ciencia porque muestra un nuevo camino para la expansión de los priones, dijo Schulz-Schaeffer. "Los órganos inflamados están formados por estructuras semejantes a las del tejido linfático". Allí, los priones pueden concentrarse.