Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Millones de diabéticos podrán olvidar para siempre la inyección de insulina si se confirma el resultado exitoso del primer implante de células madre en páncreas que realizaron médicos argentinos para revertir la enfermedad. Se trata de un método inédito libre de riesgos de rechazo, sin internación prolongada y que puede ser realizado por cualquier especialista médico con destreza y experiencia en cateterismos, explicó el cardiólogo argentino Roberto Fernández Viña a la AFP.

Viña es el coordinador del equipo que concretó con éxito el primer implante de este tipo en un paciente diabético insulino-dependiente, mediante una intervención en la clínica San Nicolás, en la ciudad bonaerense homónima (270 Km. al norte). El método consiste en extraer células madre del hueso ilíaco, en la cadera, y tras manipularlas en laboratorio, implantarlas en el páncreas mediante un catéter especial que se introduce por la arteria femoral, vía de acceso directo a la "cola" del páncreas.

El Center for Cardiovascular Research Foundation, de Washington, ya contactó al equipo para conocer el protocolo del revolucionario método, afirmó Fernández Viña. "Se trata de una técnica inédita porque emplea células madre y no embrionarias como se hacía hasta ahora, y por la vía de inducción, ya que nosotros elegimos una arteria directa y no una vena periférica", explicó. El método abre un campo de investigación enorme para el tratamiento de otras patologías, como la hepatitis C, dijo.

A diferencia de las embrionarias, las células madre tienen la propiedad de actuar como "copiadoras" de la información que encuentran en el órgano en que se les deposita.

Los pacientes diabéticos sufren de una carencia en el páncreas de células beta, encargadas de producir la insulina con que el organismo regula los niveles de glucosa en la sangre. La introducción de células "copiadoras" en el páncreas genera la reproducción de las células beta, aumentando la capacidad de producción de la insulina necesaria para equilibrar la glucosa del paciente.

El 3 de enero el equipo de Fernández Viña realizó el primer implante, en un paciente diabético de 42 años que dependía de las inyecciones de insulina desde los 25. Hasta el momento los estudios demuestran que el método funciona porque los niveles de glucosa se restablecieron sin el auxilio de fármacos. "De todas formas hay que ser prudentes y actuar con mucha cautela", advirtió el especialista. Y es que cada paciente es un caso distinto, y puede que el páncreas genere distintos tipos de respuesta a este estímulo.

El método es resultado de una investigación que comenzó en el 2003 en Argentina a partir del implante de células madre en el corazón para reparar tejidos infartados. La terapia celular en páncreas es una técnica "repetible y reproducible", porque puede realizarse más de una vez en el mismo paciente y porque su método no requiere prolongados procesos de entrenamiento de parte del profesional médico, dijo Fernández Viñas. Tampoco es necesaria la permanencia del paciente en el hospital: puede regresar a su hogar al día siguiente de la intervención.

La investigación, financiada por una fundación científica privada a razón de 5 000 pesos por implante (1 600 dólares), proseguirá el primero de febrero con una segunda etapa en la que se seleccionarán 35 pacientes entre 22 y 65 años de un grupo de 500 voluntarios que ya se ofrecieron para ser implantados.

"Vamos a incluir tanto a diabéticos cuyas células beta ya no pueden producir insulina (insulino-dependientes) como a los que deben aumentar esa producción mediante fármacos", indicó. En esta segunda etapa los especialistas esperan determinar el nivel de respuesta en distintos grupos de diabéticos para obtener resultados más categóricos, los que podrán ser comprobados a partir de los 60 días del implante.

"Nuestro objetivo es lograr un fast-track: queremos que se trate de un tratamiento cuyos resultados se vean rápidamente y no que haya que esperar años para revertir una enfermedad cuya incidencia en la población aumenta debido a la obesidad y la vida sedentaria.

En Argentina se estima que 2,5% de la población la padece (casi un millón de personas), aunque muchos de ellos lo desconocen.

Fernández Viña integra el equipo médico de terapia celular en páncreas junto a profesionales de la estatal Universidad Nacional de Rosario (310 Km al norte) y es además miembro del servicio de Inmunología del MD Anderson Center de Houston.