La prueba del antígeno específico de la próstata (PSA) se utiliza rutinariamente para hacer el cribado del cáncer de próstata en varones mayores de 50 años. Si los niveles de la proteína están elevados se recomienda practicar una biopsia. Sin embargo, ahora existe evidencia de que no debería realizarse la biopsia hasta que la prueba del PSA se haya repetido, dado que los niveles suelen fluctuar arriba y abajo de lo considerado normal. Así lo explican en "JAMA" investigadores del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (Estados Unidos), que han estudiado dichas fluctuaciones de las concentraciones de PSA en muestras de sangre de 972 individuos, a los que se realizó la prueba 5 veces a lo largo de un período de 4 años. Más de un tercio de los participantes en la investigación presentaba niveles elevados de PSA. No obstante, la realización de la prueba más adelante, en el mismo año, mostró que los niveles habían vuelto a la normalidad en la mitad de estos individuos, por lo cual la realización de la biopsia hubiera sido innecesaria. Según los autores, una sola prueba que da como resultado niveles elevados de la proteína no debe conducir automáticamente a una biopsia de próstata. "Recomendamos repetir el test tras esperar un mínimo de 6 semanas. Aun en el caso de que los resultados vuelvan a mostrar niveles elevados de PSA, el cáncer de próstata sólo se encontrará en una cuarta parte de los pacientes sometidos a biopsia", señalan. "Estas variaciones naturales en el PSA restan valor a la prueba como herramienta de cribado", se comenta en un editorial publicado en la misma revista. JAMA 2003;289:2695-2700 |