Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una investigación que ha durado 15 años ha encontrado una correlación entre la llamada "comida rápida" o "fast food" y el aumento de peso y la resistencia a la insulina.



Se trata del estudio CARDIA (Coronary Artery Risk Development in Young Adults), cuyos resultados se han publicado en el último número de "The Lancet".



Las conclusiones son claras: las personas que consumen a menudo este tipo de comida se enfrentan a un mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. Aquellos individuos que la consumían dos o más veces por semana engordaron más y presentaron un incremento duplicado de resistencia a la insulina respecto a las personas que no consumen "comida rápida".



Los autores explican que el consumo de "comida rápida" se ha extendido en Estados Unidos en las tres últimas décadas. Si bien su efecto sobre la obesidad y el riesgo de diabetes ha sido controvertido, aseguran que su estudio, el primero que analiza la relación a largo plazo, aporta las evidencias científicas suficientes.



El estudio CARDIA examinó otros factores del estilo de vida, entre ellos el tiempo que pasaban los participantes mirando la televisión, su actividad física o su consumo de alcohol y tabaco. No obstante, los autores comprobaron que el consumo de "comida rápida" constituye un factor de riesgo independiente de obesidad y diabetes.



En esta investigación participaron 3.031 individuos que tenían entre 18 y 30 años de edad cuando comenzó en 1985.



Lancet 2005;365:36-42