Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Naciones Unidas advirtió el lunes sobre el riesgo de que se originen epidemias dentro de pocos días en los países del sur de Asia afectados por un devastador terremoto que mató a mas de 80 000 personas y dejó a miles sin hogar. Agencias humanitarias de todo el mundo enviaron personal, equipamiento y dinero a las zonas afectadas por el terremoto, que el domingo generó una ola gigante, conocida como tsunami, y arrasó con todo a su paso en seis países de Asia.

"Éste debe ser el peor desastre nacional en la historia reciente porque está afectando muy fuertemente a áreas costeras densamente pobladas, a muchas comunidades vulnerables", dijo a la CNN el coordinador de Auxilio de Emergencia de la ONU, Jan Egeland. "Los efectos en el largo plazo serían tan devastadores como la misma ola gigante. 01CMuchas más personas están ahora afectadas por el agua contaminada. Podría haber epidemias dentro de pocos días a menos que los sistemas de salud funcionen", advirtió. El tsunami, que consiste en una enorme muralla de agua, ocasionó muertes, devastación y caos en el Sur y en el sudeste de Asia. La gigantesca ola, de alrededor de 10 metros de alto, fue provocada por un terremoto submarino de 9,0 grados de magnitud que se originó en las costas de la isla indonesia de Sumatra.

Según el departamento de Sondeo Geológico de Estados Unidos (DSGEU), se trata del cuarto mayor terremoto desde 1900 y el peor desde que un sismo sacudió a Alaska en 1964. Indonesia, Sri Lanka e India sufrieron la mayor cantidad de muertos, pero Tailandia, Malasia y Mianmar también se vieron afectados por el terremoto, que tuvo una magnitud de 9,0 grados. Expertos coincidieron en que las principales cuestiones que deben atenderse son el suministro de agua y alimentos, los refugios, la salud y las condiciones de salubridad.

"Tenemos información de que en el Sur de la India hay cadáveres en avanzado estado de descomposición, y eso afectará el suministro de agua, especialmente entre las personas más pobres", dijo el oficial de la Oficina de Emergencia Cristiana, Dominic Nutt.

La Cruz Roja manifestó que estaba buscando conseguir de inmediato 6,5 millones de dólares para ayudar a las regiones afectadas, aunque advirtió que era probable que la cifra crezca a medida que se evalúe la real magnitud del desastre.

"El mayor desafío sanitario que enfrentamos es la expansión de enfermedades vinculadas con el agua, especialmente paludismo y diarrea, además de infecciones respiratorias", firmó en Ginebra el oficial sanitario de la Cruz Roja, Hakan Sandbladh. Estados Unidos prometió enviar toda la ayuda necesaria, mientras que la Unión Europea dijo que daría 3 millones de euros (4 millones de dólares) para paliar la situación.