Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las células madre cardiacas resultantes de biopsias se pueden cultivar con un nuevo método que hace que se expandan con rapidez, con lo que se obtiene el suficiente número de células para reimplantarlas en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio. El equipo de Eduardo Marbán, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, ha desarrollado un método seguro y rápido para recoger células madre cardiacas de una pequeña cantidad de tejido cardiaco procedente de un biopsia y ha hecho que crezcan en el laboratorio. Hasta ahora, se empleaban células madre de la médula ósea o musculoesqueléticas para regenerar el músculo cardiaco.

La técnica se puede realizar en unas cuatro semanas y produce la suficiente cantidad de células para reparar el músculo cardiaco. Las cardioesferas contienen células que retienen la capacidad para regenerarse y desarrollarse en células propias del corazón que permiten que el corazón se contraiga. Los resultados del trabajo se han presentado en la Reunión Anual de la Asociación Americana del Corazón, que se celebra en Nueva Orleans.

Los hallazgos, si se confirman en determinados ensayos clínicos, podrían ofrecen la posibilidad de utilizar las propias células madre de un paciente para reparar los tejidos al poco tiempo de desarrollar el infarto agudo de miocardio, o regenerar el músculo cardiaco después de un evento, evitando la necesidad de un trasplante. "Con las células madre del paciente se evita la necesidad de recurrir a un donante y, por lo tanto, el rechazo. Las células madre adultas se pueden obtener de cualquier tejido vivo y pueden desarrollarse en tipos celulares similares, al contrario de lo que ocurre con las embrionarias que se transforman en un tipo celular determinado en el organismo. Utilizando cateterismo cardiaco, los especialistas recogieron una pequeña muestra (15 mg) de tejido cardiaco del ventrículo izquierdo de 23 pacientes sometidos a tratamiento por su insuficiencia cardiaca. Los estudios previos en cerdos mostraron que la cantidad de células madre adultas era superior en esa zona del corazón. Después, los investigadores hicieron crecer las células madre cardiacas obtenidas mediante biopsias y se reprodujeron en cantidades suficientes, unos 100 millones de células, lo necesario para dicho tratamiento.

El siguiente paso es verificar en animales si las células trasplantadas sobreviven y llevan a cabo su función de forma correcta.