Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La sobreactividad de la proteín kinasa C (PKC), una enzima implicada en el trastorno bipolar y la esquizofrenia, limita notablemente funciones cerebrales superiores en los animales, según un estudio desarrollado por científicos de Yale University (EE.UU.), que ahora se publica en la última edición de la revista Science.



Los especialistas examinaron los efectos de aumentar la actividad de PKC en la corteza prefrontal de animales de laboratorio -zona cerebral que permite la regulación de los pensamientos, la conducta y los sentimientos- que realizaban tareas de memoria. Esta parte del cerebro se hace disfuncional tanto en la esquizofrenia como en el trastorno bipolar.



En animales, cualquier activación directa o indirecta de PKC limita radicalmente el funcionamiento de la función prefrontal cortical, mientras que la inhibición de PKC protege estas funciones. El nuevo estudio se une a las crecientes evidencias que revelan que una actividad excesiva de PKC puede subyacer en la facilidad para distraerse, la ausencia de juicio, la impulsividad y el pensamiento distorsionado que se observa en el trastorno bipolar (también conocido como trastorno maníaco-depresivo) y en la esquizofrenia.



Se muestra también que la exposición al estrés leve puede activar PKC, lo que puede derivar en un empeoramiento de los síntomas en los pacientes con estos trastornos.



Los nuevos hallazgos pueden explicar cómo los acontecimientos desagradables que se dan en el medio ambiente dan lugar a un deterioro en el funcionamiento superior del cerebro y por qué los pacientes con esquizofrenia o con trastorno bipolar pueden ser especialmente vulnerables a la disfunción inducida por el estrés. Los inhibidores de PKC pueden resultar útiles en el tratamiento de éstas enfermedades, según los investigadores.