Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El té verde contiene fitoquímicos entre los que se destacan los polifenoles que, combinados, tienen un efecto adverso sobre las bacterias que causan infecciones de garganta, caries y mal aliento, según estudios presentados en la sociedad estadounidense de Microbiología. Los investigadores sugirieron también que las pastas dentales y enjuagues bucales combaten con más eficacia bacterias y virus si se les agregan el extracto del té verde y los polifenoles.

"Nuestra investigación muestra que los extractos del té pueden destruir los organismos que causan enfermedades", dijo Milton Schiffenbauer, microbiólogo y profesor en el departamento de biología en la universidad Pace, de Nueva York. "Si podemos estimular el sistema de inmunológico y, al mismo tiempo, destruimos los microorganismos, entonces tiene sentido que se tome té", añadió. Todos los tés contienen polifenoles, compuestos antioxidantes que protegen las células humanas de los átomos reactivos, conocidos como radicales libres, son responsables por el daño en los tejidos del cuerpo.

Los estudios de Schiffenbauer determinaron que el efecto antiviral del té verde es mucho mayor que los efectos del té negro o claro, y que el té verde y negro con cafeína es más eficaz que el té descafeinados. Los compuestos que se encuentran en el té y que previenen la multiplicación de las bacterias también impiden la abundancia de aquellas que causan el mal aliento, según una investigación de la universidad de Illinois (UI), en Chicago, presentada también en la reunión anual de la sociedad de Microbiología.

Christine Wu, profesora de periodontología en la facultad dental de la UI, indicó que los polifenoles del té combaten las bacterias que, en la descomposición de restos de comida en la dentadura, producen los olores desagradables.

El mal aliento, o halitosis, es un problema para muchas personas y se debe a los compuestos volátiles de azufre, como el ácido sulfhídrico producido por bacterias anaeróbicas que crecen en ambientes sin oxígeno como la parte de atrás de la lengua y los resquicios de las encías.