Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los niños con trastorno obsesivo-compulsivo se encuentran mejor cuando son tratados con una combinación de terapia cognitiva conductista y sertralina, según un estudio desarrollado por científicos de Duke University Medical Center (EE.UU.), que publica la última edición de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA. 2004;292:1969-1976.).



Pese a saberse que el trastorno obsesivo-compulsivo no responde a parámetros lógicos, los niños y adolescentes que lo padecen se obsesionan con pensamientos no deseados y realizan acciones repetitivas o rituales de forma compulsiva, como forma de tratar con esos pensamientos.



Lavarse las manos compulsivamente o limpiar, contar ciertos números de objetos de la casa o pertenencias, son ejemplos de los síntomas que se pueden manifestar en los niños y adultos con esta afección.



En una comparación de dos grupos experimentales, uno que tomó sólo la medicación y otro que empleó el tratamiento combinado con terapia cognitiva conductista, se observó que el 53,6 por ciento de los niños en el grupo que empleó la combinación (terapia y sertraline) no mostraron síntomas de la enfermedad al final de un tratamiento de 12 semanas, a diferencia de un 39,3 por ciento en el grupo que solo recibió medicación.



Hasta ahora, según los científicos, se sabía muy poco sobre la eficacia relativa de la terapia cognitiva conductista y la medicación, solas o en combinación, para tratar el trastorno obsesivo compulsivo pediátrico. El tratamiento psicoterapéutico empleado en este caso está diseñado para crear y reforzar nuevos patrones de pensamiento y comportamientos en niños y adolescentes con la enfermedad, según los investigadores. La sertralina es un inhibidor de la recaptación de la serotonina, comúnmente empleado en el tratamiento de la depresión y en el trastorno obsesivo compulsivo.