Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Infantes que reciben trasplantes de corazón de donantes cuya sangre pertenece a un grupo sanguíneo diferente, podrían tolerar el tejido extraño, ampliando así la cantidad de órganos disponibles para bebés que de lo contrario podrían fallecer mientras se hallan en la lista de espera, dijeron investigadores. "Hemos descubierto que el sistema inmunológico de esos infantes es capaz de reprogramarse por su cuenta, a fin de aceptar trasplantes de donantes de otros grupos sanguíneos", dijo la doctora Lori West, principal investigadora del estudio que será publicado en la edición de noviembre de la revista especializada Nature Medicine.

West, del Hospital de Niños de Toronto, examinó la llamada incompatibilidad ABO. Se trata de una respuesta aguda en la cual órganos de alguien con un grupo sanguíneo diferente causan un rápido rechazo que puede conducir a la muerte en la primera semana. Por eso los médicos que realizan trasplantes tratan que tanto donantes como receptores pertenezcan al mismo grupo sanguíneo. Pero en los infantes, el sistema inmunológico no está totalmente desarrollado, y pueden aprender a tolerar los órganos incompatibles informó West en un trabajo divulgado el domingo en la Internet. Pero pueden ocurrir otras respuestas inmunológicas. Por eso los infantes, como los adultos sometidos a trasplantes, todavía necesitan drogas para eliminar la actividad del sistema inmunológico. Sin embargo, el descubrimiento que los infantes pueden aprender a tolerar órganos incompatibles abre la posibilidad de obtener una mayor cantidad de órganos para su posible uso.

Muchos órganos son descartados pues no existe un receptor apropiado. Por lo tanto, "si es posible armonizar órganos que van a ser descartados con infantes que están a las puertas de la muerte, eso mejorará la sobrevivencia", dijo el doctor Stephen G. Pophal de la universidad Northwestern y del hospital de Niños de Chicago.

Steven A. Webber, profesor de la Facultad de Medicina de la universidad de Pittsburgh, dijo que alrededor de una cuarta parte de los bebés que necesitan trasplantes de corazón mueren mientras están en la lista de espera. "Para el niño moribundo, ese es un avance importante. Para el niño que se halla estable, todavía falta decidir", indicó. West dijo que algunos de los infantes con trasplantes continuaron sanos ocho años después de la operación.

El próximo paso, señaló, es ver si es posible desarrollar una manera de inducir la tolerancia en el sistema inmunológico. De esa forma, podrán efectuarse trasplantes de corazón de donantes con otros grupos sanguíneos, en pacientes de mayor edad. Indicó que los infantes que recibieron trasplantes tenían menos de seis meses de edad, aunque uno tenía 14 meses.