Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos de la Universidad de Rockefeller en Nueva York (EE.UU.), demuestran en un nuevo estudio, publicado en la revista Infection and Immunity, que los virus que infectan y destruyen bacterias (bacteriófagos) son también causantes de enfermedades, al transferir toxinas y otros genes causantes de enfermedades entre las bacterias.



Los nuevos hallazgos muestran por primera vez que los bacteriófagos, que hasta ahora se consideraron no infecciosos para los seres humanos, pueden ser una nueva diana para combatir ciertas bacterias que producen toxinas. Los autores del nuevo trabajo indican, pues que el control de los bacteriófagos es tan importante como el de las bacterias para evitar el contagio de enfermedades.



Cuando un bacteriófago productor de toxina se traslada a una bacteria no virulenta, lleva consigo un gen tóxico que es parte de su genoma y transfiere dicho gen al nuevo organismo. Este proceso, llamado conversión lisogénica transforma gérmenes inofensivos en muy virulentos.