Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El gobierno de Taiwán analizó el viernes la conveniencia de declarar el estado de calamidad y poner en cuarentena a la isla, después que otro número elevado de personas, 55, contrajese la neumonía atípica en las pasadas 24 horas. Las autoridades sanitarias informaron por la mañana de 55 nuevos infectados, diez menos que en el parte anterior, lo que sitúa la cifra total en 538. En esta ocasión no hubo más fallecimientos a causa del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), por lo que el número total de muertos permanece en 60. El director del Centro para el Control de Enfermedades, Su Ih-jen, justificó el aumento de los afectados por la aplicación de métodos más rígidos para clasificar los casos de este coronavirus que provoca fiebre alta, tos seca y problemas respiratorios. "Nos encontramos en la cresta de la nueva ola (de infecciones) y de aquí comenzaremos a descender", aseguró el funcionario.

El presidente taiwanés, Chen Shu-bian, se reunió el viernes, con el Kuomintang, el principal partido de la oposición política, y con representantes del mundo empresarial para discutir la presente crisis sanitaria y sus efectos en la economía. La única decisión que salió de estos contactos fue la creación de un nuevo comité económico y financiero, dependiente de la Oficina de la Presidencia y sólo con poder consultivo, encargado de proponer soluciones a los efectos negativos de la epidemia. El antiguo viceprimer ministro y vicepresidente del Kuomintang, Vicent Siew, aceptó en su entrevista con Chen presidir dicho comité en el que participará el actual jefe del gobierno, Yu Shyi-kun, del Partido Demócrata Progresista (PDP). Siew asumió la nueva responsabilidad en calidad de presidente del Instituto de Investigación Económica Chung Hua y no como vicepresidente del Kuomintang.

Sobre el decreto del estado de calamidad, que otorgará al gobierno poderes especiales para adoptar remedios económicos y que libera fondos gubernamentales para casos extraordinarios, y la puesta en cuarentena a toda la isla, los empresarios y políticos taiwaneses no se pusieron de acuerdo. Las autoridades sanitarias habían puesto una serie de condiciones al principio de esta crisis para declarar el estado de calamidad que ya se han cumplido, entre ellas que el número de infectados superase los 500, lo que ocurrió el viernes.

Entre los afectados se encuentra Chesley Richards, experto del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta (Estados Unidos), quien fue repatriado después que esta semana se confirmase que presentaba síntomas de la neumonía atípica. El Hotel Lai Lai Sheraton de Taipei, en el que se alojaba, permanecerá tres días cerrado mientras lo desinfectan y trece empleados que mantuvieron contacto con Richards han pasado a una cuarentena de diez días. El CDC de Atlanta envió a Taiwán a dos expertos para que ayudasen a las autoridades locales a luchar contra esta epidemia a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque este organismo no podía hacerlo directamente al no tener a ese territorio entre sus miembros.

La OMS detectó el primer caso de neumonía atípica en China el pasado mes de noviembre y desde allí se ha propagado por todo el mundo hasta infectar a más de 8 100 personas, de las que cerca de 700 han fallecido. La situación más grave se da en Taiwán, aunque después de días de calma Canadá ha tenido cuatro nuevos casos y Singapur dos fallecidos más.