Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Distintos expertos reunidos en el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (SEMERGEN) alertaron de la aparición de nuevos trastornos relacionados con la autoimagen y las adicciones electrónicas, "que están desencadenando nuevas patologías junto a las ya clásicas enfermedades psiquiátricas de marcado orden sociolaboral"



Según estos expertos, estos nuevos trastornos, entre ellos las dependencias electrolúdicas y los trastornos asociados con la autoimagen, "se encuentran a mitad de camino entre la moda, la enfermedad y los trastornos psicosociales". Del mismo modo, advirtieron de la aparición de nuevos trastornos relacionados con el estrés, como el burnout o síndrome de agotamiento por desgaste profesional.



Según el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Yagüe de Burgos, Dr. Jesús de la Gándara, el burnout es una de las patologías emergentes "más en ciernes y más preocupantes, ya que no sólo afecta a muchos profesionales sanitarios, sino que lo sufren especialmente todos los que prestan sus servicios a otras personas, tales como profesores, personal sanitario o cuerpos de seguridad".



En cuanto a las dependencias electrolúdicas, consideraron que estos trastornos "están incorporándose con fuerza en la sociedad" y tienen como rasgo común "el abuso y dependencia de aparatos electrónicos, tales como la televisión, los ordenadores, los teléfonos y móviles, los juguetes electrónicos o la radio".



Igualmente se refirieron a la ortorexia "como un trastorno relacionado con la búsqueda de la salud a toda costa, es decir, en una preocupación desmedida, que se convierte en obsesión, por lo sano, lo natural o lo biológico, que conlleva una repulsa de lo artificial y lo transgénico".



"Estas personas suelen padecer complicaciones como depresión, ansiedad, agresividad, anemias, cansancio o disminución de defensas naturales", añadió el Dr. De la Gándara, quien sostuvo que el tratamiento de ambos trastornos es posible mediante fármacos "como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, así como con el uso de psicoterapia de conducta". No obstante, señaló que el problema "es que casi nunca estos pacientes aceptan estar enfermos y someterse a terapias".