Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las mujeres embarazadas pueden disminuir el riesgo de deprimirse si comen pescado, sugiere un estudio. Esto es así porque ingieren ácido graso omega-3, que se encuentra en los alimentos del mar y en los suplementos de aceites de pescados, dijeron los investigadores. Los pescados con alto contenido de aceites, como el salmón, el atún, las sardinas y el arenque son ricos en omega-3. Estos peces no figuran en la lista de los que deben evitar las mujeres embarazadas por su alto nivel de mercurio.

En un análisis de 11 721 mujeres británicas, los científicos descubrieron que mientras más nutrimentos del tipo omega-3 provenientes del mar ha consumido una mujer, menos probabilidades tiene de mostrar signos de depresión síquica antes y después del parto. De hecho, el porcentaje de depresión en las mujeres que más lo consumieron fue la mitad que el de las mujeres que menos consumieron el omega-3, dijo el doctor Joseph R. Hibbeln, uno de los investigadores. En el grupo que más consumió el omega-3 se encontraban mujeres que comieron pescado al menos dos o tres veces por semana.

El gobierno federal sostiene que por la alta contaminación de mercurio, las mujeres embarazadas debían limitar su consumo de pescado a un promedio de 340 gramos por semana, una cantidad que Hibbeln dijo corresponde a dos porciones. Manifestó también que la información federal muestra muy bajos niveles de mercurio en el salmón, bagre, mejillón blanco y carpa, y que los suplementos de aceite de pescado no deberían contener mercurio. Refiriéndose a las razones por las cuales los ácidos grasos omega-3 reducen el riesgo de depresión, Hibbeln dijo que son nutrimentos claves para el cerebro, y los estudios muestran que bajos niveles de omega-3 están asociados con bajos niveles de una sustancia química del cerebro llamada serotonina. Los bajos niveles de serotonina causan la depresión.

Cerca del 10% de las mujeres embarazadas desarrollan depresión severa y el porcentaje asciende a entre 13 y 15% en las madres primerizas. Las mujeres embarazadas pueden ser particularmente vulnerables a niveles bajos de omega-3 porque sus fetos en desarrollo consumen las reservas almacenadas en el cuerpo de la madre, dijo Hibbeln. 01CSi las madres no comen suficiente, es muy probable que se queden sin los importantes nutrientes01D. El científico admitió, sin embargo, que deberán hacerse más estudios antes que se recomiende a las mujeres el consumo de omega-3 para evitar la depresión. El estudio, que Hibbeln dijo no recibió financiamiento de la industria pesquera ni de las de suplementos nutricionales, fue divulgado el martes en la reunión anual de la American Psychiatric Association.

El gobierno ha advertido a las mujeres embarazadas que eviten injerir tiburón, pez espada y caballa, entre otros peces, porque pueden contener niveles elevados de mercurio, que podrían dañar el desarrollo del subsistema nervioso del feto.