Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El uso de antiinflamatorios esteroideos para tratar a los pacientes con lesiones cerebrales una práctica común en todo el mundo durante los últimos 30 años entraña cierto riesgo y se relaciona con alrededor de un 20 por ciento de aumento de la mortalidad al cabo de las dos semanas de ingreso en el hospital.



Así concluyen los autores de un estudio internacional, dirigido por especialistas de London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido) que se publica esta semana en la última edición de la revista The Lancet (Lancet 2004; 364: 1321-28).



Alrededor de tres millones de personas en el mundo mueren por traumatismos cada año, muchos al poco de su ingreso en el hospital. Los hallazgos de una revisión sistemática, realizada en 1997, indican que estos medicamentos pueden reducir el riesgo de muerte en un leve porcentaje.



Los estudios anteriores han sido hasta ahora demasiado pequeños como para dar una respuesta clara a esta cuestión. El presente estudio, denominado CRASH (corticosteroid randomisation after significant head injury), intentó confirmar o refutar tal efecto reuniendo a un total de 20.000 pacientes.



En mayo del 2004, el comité de seguimiento de datos del experimento reveló los resultados del comité directivo, que decidió frenar la participación de más personas en el estudio. Un total de 10.000 adultos con lesiones cerebrales (de 239 hospitales en 49 países) fueron asignados a recibir corticoesteroides (metilprednisolona) o placebo en las 48 horas siguientes a la admisión en la sala de emergencia del hospital.



Los pacientes que recibieron corticoesteroides registraron un índice de muerte más alto al cabo de dos semanas (21 por ciento) que aquellos s a los que se administró placebo (18 por ciento). Los datos de seis meses de seguimiento se presentarán en un estudio que aún está por publicar.