Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos estadounidenses desvelaron el enigma de por qué personas sanas pueden contraer enfermedades cardíacas sólo por disgustos, comportamiento hostil y depresiones leves.

Los factores psicológicos aumentan la producción de una proteína, conocida como proteína C-reactiva (CRP), que tiene un papel en el desarrollo de problemas cardíacos, explica un equipo de científicos de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, en un artículo publicado por la revista Psychosomatic Medicine, en su edición de septiembre.

"Uno de cada dos ataques cardíacos se produce en personas que no presentan los signos de alerta tradicionales", señalan Edward Suárez y colegas. "Por este motivo es importante identificar a los otros desencadenantes". Los factores de riesgo tradicionales son, entre otros, presión arterial alta, niveles altos de colesterol y diabetes mellitus.

El equipo de la Universidad de Duke entregó a 121 personas que participaron en el estudio un cuestionario en el que se podían describir como equilibrados y tranquilos o irritables y levemente disgustados. Luego se les realizaron análisis de sangre y los resultados de éstos arrojaron que los hombres y mujeres que con frecuencia están irritados o también tristes, tienen valores de CRP sanguíneo dos o tres veces mayores que las personas tranquilas y equilibradas.

En investigaciones anteriores, Suárez comprobó que en personas que se irritan con facilidad, el estrés aumenta la producción de la noradrenalina, la hormona clave del estrés. Esta sustancia actúa sobre el sistema inmunológico y activa genes que desencadenan procesos inflamatorios leves, pero crónicos. La inflamación, a su vez, está relacionada con altos niveles de proteína C-reactiva.

También los fumadores, así como los pacientes con altos niveles de colesterol o diabéticos presentan grandes cantidades de CRP en la sangre. Esta proteína es sintetizada en el hígado, entre otros como reacción a lainflamación de las paredes de vasos sanguíneos.