Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Veintiocho años después de su explosiva aparición en un hotel de Filadelfia, durante una convención de la Legión Americana, un equipo internacional de científicos ha desenmascarado la huella genética de la legionela. En un estudio publicado en «Science», ese grupo del Instituto Pasteur y las Universidades de Columbia y Tel Aviv anuncia el desciframiento del genoma de la bacteria «Legionella pneumophila», la especie con historial más peligroso de cuantas producen la infección respiratoria conocida con el nombre de legionelosis. Entre las diversas especies de legionela, los investigadores centraron su trabajo en una cepa obtenida de la bacteria que originalmente causó la muerte de 29 personas que asistieron a esa convención de legionarios en 1976, informa el diario ABC en su edición del sábado, 25 de septiembre.



Con la información ya disponible sobre el ADN de la legionela, estos investigadores de EE.UU., Francia e Israel han identificado varios genes implicados en la especial virulencia de esta bacteria gram negativa, que ataca y se multiplica en los glóbulos blancos de los pulmones, sobre todo en los de personas con el sistema inmune debilitado. Esos genes podrían ser utilizados a partir de ahora como dianas de nuevos fármacos más eficaces para tratar la infección.



Uno de los más enigmáticos rasgos de la biología de esta bacteria patógena es su habilidad para sobrevivir y multiplicarse en el agua, suelo, así como en el interior de amebas, de ciliados y en células humanas. Se adapta incluso a ambientes muy agresivos, como los sistemas de aire refrigerado tratados con potentes biocidas. La secuencia de 3.400.000 unidades de ADN de su genoma, agrupadas en un único cromosoma circular, ofrece la posibilidad de entender cómo este microorganismo resiste su erradicación de los sistemas de abastecimiento de agua. Los primeros análisis han mostrado que la legionela ha adquirido gran parte de los genes que le confieren esa habilidad mediante intercambios con otras bacterias similares.



En total se han identificado 305 genes. La función del 72 por ciento de ellos ya ha podido determinarse porque son análogos a genes conocidos de otras bacterias. El resto son exclusivos de la «legionella pneumophila».