Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Miedo a la agresividad de las terapias. Es el diagnóstico que los oncólogos reunidos esta semana en Madrid, con motivo de la IV Conferencia Europea Perspectivas en Cáncer de Mama, han emitido para justificar el escaso índice de tratamiento combativo que se prescribe para mujeres mayores de 70 años. Sólo en nuestro país, el 16 por ciento de las pacientes con esta enfermedad pertenece a ese segmento de población. Una cifra que, comparada con los resultados de un estudio suizo -según el cual la mitad de las personas mayores con cáncer de mama recibe tratamientos «suaves» y «poco adecuados»-, indujo a los especialistas a concluir que se necesita variar el abordaje de este cáncer que afecta especialmente a las mujeres más mayores, informa el diario ABC en su edición del sábado, 25 de septiembre.



No sólo es la dolencia detectada con más frecuencia entre las féminas de los países industrializados, sino que, además, su incidencia crece a medida que la mujer va cumpliendo años. Es obvio, por tanto, que el mayor número de muertes por cáncer de mama se registre entre las septuagenarias: el pasado año, más de 2.400 ancianas fallecieron en España debido a este tumor. Aun así, como se encargaron de subrayar los especialistas reunidos en Madrid, sólo se publican estudios que versen acerca de los tratamientos más idóneos para las mujeres de corta edad.



Y es que apenas una de cada diez mujeres mayores de los 70 en nuestro país recibe tratamiento. Dato que proporcionó Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (Geicam), que apostilló: «Las pacientes mayores deben ser atendidas con todos los recursos disponibles y en la valoración beneficio-riesgo solamente una minoría no debería ser tratada».



¿Cuál es la razón que impera entonces para no abordar la lucha contra el tumor con idéntico empeño para unas que para otras? La primera razón es el enconado debate que esta cuestión origina entre los expertos. No hay consenso sobre la terapia dirigida a las pacientes mayores de 70 años, y aunque existen tratamientos de quimioterapia eficaces y bien tolerados, es habitual la administración de esquemas más suaves para estas mujeres.



Para verificar tal conclusión, en el marco de la conferencia se presentaron también los resultados de una investigación suiza -publicada en «Journal of Clinical Oncology»- que se centró en el estudio de más de 400 mujeres aquejadas por el tumor. Todas rondaban los 80 años, y de ellas, algo más de la mitad no había recibido el tratamiento preciso. Este hecho, señalaron los expertos, empeoró su diagnóstico y acortó la esperanza de vida de las enfermas. No en vano, el trabajo muestra, cómo muchas de las pacientes que conformaron la muestra extraída para el estudio, falleció al no serles administrada la terapia debida.



Tratamiento selectivo



Segunda razón: son contadas las ocasiones en que el cáncer de mama metastásico de una anciana es tratado con quimioterapia. Así, el presidente de Geicam no pudo ser más contudente: «La concepción errónea de la sociedad es que la terapia antitumoral en las ancianas es muy tóxica y no merece la pena».



Contrario a estos argumentos, para Martín, «las únicas limitaciones que presenta la administración de quimioterapia a pacientes mayores son el deterioro de sus funciones biológicas, pero actualmente existen medicamentos que mejoran su pronóstico». Entre ellos, los oncólogos destacaron las virtudes de las antraciclinas liposomales pegiladas, con una sustanciosa mejora en la supervivencia y la calidad de vida de la enferma, con independiencia de su edad, como acentuó el doctor Martín Aapro, de la Clínica de Genolier (Suiza), pues «no hay razón» para creer que el combate contra esta patología entienda de fechas en el calendario