Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Las grandes tabacaleras estadounidenses reconocieron ayer que venden un producto que provoca la muerte, e intentaron rebatir los argumentos del Gobierno de Bush, que las acusa de engañar al público durante años y de apuntar a los jóvenes con su publicidad para transformarlos en adictos, por lo que les reclama 280.000 millones de dólares, informa el diario ABC.



«Se los llame «light» o «con menos alquitrán», no existen los cigarrillos sanos. Vendemos productos peligrosos», reconoció Ted Wells, abogado de Philip Morris, en el segundo día del juicio contra las 5 principales tabacaleras. Sus abogados declararon que ya no esconden más que «su producto es peligroso», y opinan que deben ser juzgadas por su comportamiento actual y no por el pasado. A su vez, rechazaron la existencia de una «conspiración» entre ellas para mentir y engañar al público sobre los efectos nocivos del tabaco.



«Hoy en día cada una de las acusadas le dice al público de una forma clara y sin ambigüedades que fumar es peligroso y causa enfermedades», agregó Wells. El gobierno acusa a los fabricantes de haber ocultado las pruebas sobre los riesgos del tabaco, de haber apuntado deliberadamente a los jóvenes para transformarlos en adictos de por vida y de mentir sugiriendo que los cigarrillos «light» son más seguros.