Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los anticonceptivos hormonales masculinos de carácter experimental que se están desarrollando en la actualidad tienen más éxito en los varones asíaticos que en los caucásicos debido a las peculiares características fisiológicas de los primeros, según datos presentados en el XLV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, que se desarrolla en Cáceres.



Tal como explicó el director del Instituto de Medicina Reproductiva de la Universidad de Münster (Alemania), Eberhard Nieschlag, "cuando se plantea el tema de la contracepción hormonal masculina hay que diferenciar entre China y el resto del mundo". "Sabemos que en China la testosterona sola funciona como anticonceptivo hormonal masculino. Sin embargo, el varón de raza caucásica necesita añadir progestina a la testosterona para que lograr una eficacia real", comentó.



De hecho, señaló que en la actualidad se dispone en China de un medicamento utilizado para el tratamiento del hipogonadismo cuya eficacia se ha comprobado como anticonceptivo hormonal masculino.



Se trata del decanoato de testosterona "y bastaría una inyección cada 8 o 10 semanas para inducir una esterilidad continua en el varón chino".



Según este experto, los chinos tienen una estructura de los receptores de andrógenos diferente a la de los varones de raza caucásica, "por lo que este medicamento solo sería útil en el 66% de la población occidental".



En cualquier caso, el Dr. Nieschlag advirtió que "el problema de la anticoncepción masculina es que es mucho más difícil interferir en la espermatogénesis que en la ovulación de la mujer". "Mientras que esta última se puede ver interferida por el simple hecho de tener un problema psicológico, no sucede lo mismo en el varón. Además, hay que tener en cuenta que actuar sobre la espermatogénesis implica hacerlo sobre un millón de espermatozoides, mientras que en el caso de la mujer sólo hay que hacerlo sobre un óvulo", añadió.



No obstante, en la actualidad, la anticoncepción masculina se puede abordar desde dos enfoques: el testicular, cuyo objetivo es la eliminación total del esperma (en el que más se ha avanzado hasta el momento) y el postesticular, con el se persigue interferir la función de los espermatozoides.



En el primer caso, el experto alemán se refirió a los ensayos clínicos que dos laboratorios farmacéuticos, Schering y Organon, han iniciado con la noraldosterona. Si todo va bien, apuntó, podría estar disponible en unos 5 años.



Por lo que respecta al enfoque postesticular, el Dr. Nieschlag se refirió a ordinazol, un fármaco utilizado para el tratamiento de ciertas infecciones bacterianas, que afecta a la función espermática y tiene efectos anticonceptivos, si bien "su elevada toxicidad hace inviable su utilización como anticonceptivo masculino, ya que no se puede tomar más de tres días seguidos".