Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Cerca del 1% de la población mayor de 40 años presenta insuficiencia cardíaca (IC), cuya prevalencia se dobla con cada década de edad y se sitúa alrededor del 10% en los mayores de 70 años. Además, en España se producen cada año cerca de 80.000 ingresos hospitalarios por IC y es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años.



Además, la supervivencia a los 5 años del diagnóstico es de alrededor del 50%, una mortalidad superior a la del cáncer de colon o de próstata en el varón y al de ovario en la mujer. De hecho, en España es la tercera causa de muerte cardiovascular, por detrás de la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular.



En las últimas décadas, la prevalencia y las hospitalizaciones por IC han aumentado de manera considerable en los países desarrollados (se calcula que en EE.UU. se ha duplicado su prevalencia en 15 años), fundamentalmente por la mejora de la expectativa de vida, y se espera que su frecuencia siga creciendo en los próximos años, dado que no se han producido descensos apreciables en su incidencia y, afortunadamente, su supervivencia está mejorando gracias a la disponibilidad de mejores tratamientos. El control de los factores de riesgo, como la hipertensión y la cardiopatía isquémica, las principales causas de IC en España, es el único medio para controlar el previsible aumento de esta enfermedad en el futuro.



A este respecto, los resultados preliminares del estudio SENIORS (Study of Effects of Nebivolol Intervention on Outcomes and Rehospitalisation in Seniors with Heart Failure) presentado el pasado martes en Munich (Alemania) durante el último Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC 2004) muestran que nebivolol, un betabloqueante de tercera generación, redujo significativamente frente a placebo la mortalidad y hospitalización por causa cardiovascular en pacientes con IC y más de 70 años que ya estaban siendo tratados con la terapias clásicas. Es decir, que esta nueva molécula investigada y desarrollada por Menarini ofrece una protección adicional al tratamiento independientemente de la edad, fracción de eyección y sexo del paciente.



Este ensayo prospectivo y Fase III, aleatorizado, doble-ciego y controlado con placebo, que tuvo una duración de tres años y medio, también ha demostrado que los beneficios de añadir nebivolol a la terapia estándar ya se hacen patentes tras un breve periodo de tiempo (6 meses de tratamiento). El SENIORS es, además, el primer estudio sobre IC que se ha centrado precisamente en el grupo de población más afectado por la enfermedad, los que tienen más de 70 años, y que hasta ahora habían participado escasamente en ensayos clínicos sobre la enfermedad.



Tal y como explicó en Munich el Dr. Josep Redón, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico de Valencia, 01Chasta ahora los estudios generalmente se centraban en aquellos pacientes con función sistólica muy deteriorada en los que predomina la enfermedad coronaria y que generalmente son personas más jóvenes (con una edad media de 61 años)01D. Para el Dr. Jordi Soler, catedrático de Cardiología de la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro del Comité de Control del SENIORS, este estudio sobre IC 01Cpasará a la historia de la cardiología porque es el primero que se realiza con la población real, la que realmente padece las consecuencias de esta enfermedad01D.



El SENIORS se ha llevado a cabo en 200 centros hospitalarios de 11 países europeos, 6 de ellos españoles, y en él han participado 2.134 pacientes, de los que 112 eran pacientes de nuestro país. Por otra parte, más del 40% de los pacientes participantes en el estudio fueron mujeres, un sexo que precisamente por su mayor esperanza de vida también tienen un mayor riesgo de padecer IC y que, sin embargo, también suele ser excluido de estos estudios.



01CEn España los betabloqueantes han sido tradicionalmente considerados fármacos de especialistas y en Atención Primaria ha existido un cierto miedo a utilizarlos. Por eso el uso de estos fármacos en el tratamiento de la hipertensión y, por supuesto, también en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca (con hipertensión previa) ha sido muy bajo. De entre un 10 y un 12%. Esta situación debe cambiar porque no olvidemos que las causas que llevan a la insuficiencia cardíaca, y la mayor parte en personas de edad avanzada, no las ve ni la trata el cardiólogo. Las detecta el médico general o el internista01D.



01CPor otra parte, los betabloqueantes siempre han tenido la fama de que en pacientes de edad avanzada tienen contraindicación, cuando lo cierto es que en estos pacientes el tratamiento tiene que se progresivo, tal y como se ha visto en el SENIORS: ancianos con IC importante en los que una buena titulación permite alcanzar unas dosis muy eficientes y bien toleradas. Posiblemente, los mecanismos adicionales al beta-bloqueo que presenta el nebivolol facilitan su tolerancia. Por último, no hay que olvidar que en estos pacientes no se trata de seleccionar un fármaco de una u otra familia. Lo que necesitan es su adición tanto para controlar la tensión como los síntomas de la IC01D.



En este sentido, el Dr. Soler también desmitificó los problemas del tratamiento con estos fármacos en pacientes ancianos con IC: 01Ca la hora de iniciar el tratamiento con betabloqueantes no hay que tener prisa. Ir poco a poco y llegar a la dosis tope en 12-15 semanas. Sorprende lo fácil que es01D.