Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores canadienses han conseguido cultivar tejido capaz de producir insulina a partir de una única célula del páncreas de un ratón, lo que abre el camino para asegurar una fuente de células productoras de insulina. Uno de los autores del estudio, Simon Smukler -de la Universidad de Toronto-, afirma en la revista Nature Biotechnology que "a partir de una única célula hemos sido capaces de cultivar miles de células".

Hasta el momento, ningún experimento ha podido demostrar que el páncreas contiene células madre, que son capaces de desarrollarse en cualquier tipo de tejido, por lo que los investigadores canadienses no están seguros de haber descubierto células madre o células precursoras especiales. Smukler indicó que, a pesar de esta incertidumbre, "nadie ha sido capaz de hacer esto en el páncreas humano o en el de un ratón".

En total, los investigadores han sido capaces de cultivar ocho tipos de células pancreáticas a partir de la célula original, entre ellas neuronas, así como otras células del sistema nervioso.

Las neuronas son las células nerviosas que componen el cerebro, pero también se cree que residen de forma limitada en el páncreas.

Los investigadores también han sugerido en su estudio que las condiciones del laboratorio en el que han desarrollado el experimento pueden no ser las ideales para producir una cantidad ilimitada de células. El siguiente paso de los investigadores canadienses es implantar el tejido productor de insulina en ratones con diabetes mellitus para determinar su efectividad en la producción de esta hormona, que tiene como misión controlar la cantidad de glucosa en la sangre.

La relevancia de este descubrimiento, de confirmarse su efectividad para producir insulina, está en relación con los exitosos experimentos en la lucha contra la diabetes mellitus que se llevan en otra universidad canadiense, la de Alberta, señala el periódico The Globe and Mail. Investigadores de este centro han desarrollado el llamado Protocolo de Edmonton, mediante el cual se trasplantan células productoras de insulina a pacientes de diabetes mellitus tipo I, lo que elimina la necesidad de las inyecciones diarias de insulina. En algunos casos, los pacientes trasplantados no se han inyectado insulina en más de un año.

El Protocolo de Edmonton depende de la recolección de células procedentes del páncreas de cadáveres, un procedimiento que no produce la cantidad adecuada para la demanda existente. La confirmación del estudio de Toronto sobre la producción de células productoras de insulina a partir de células del páncreas podría resolver esta escasez.