Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los resultados de un nuevo estudio desarrollado por científicos de Mayo Clinic and Foundation, en Rochester (EE.UU.), y que ahora publica la última edición de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) demuestran que la incidencia de insuficiencia cardiaca no se redujo durante las dos últimas décadas del siglo XX, pero la supervivencia tras su aparición aumentó en general, con menos mejorías entre las mujeres y las personas de edad avanzada.



Los autores realizaron un estudio para probar la hipótesis de que la incidencia de insuficiencia cardiaca se había reducido y que la supervivencia tras el diagnóstico había mejorado al cabo del tiempo, si bien las tendencias habían divergido en función del sexo. Para ello, se valieron de recursos del Rochester Epidemiology Project realizado en Olmsted County (Minnesotta), en el que participaron 4.537 personas (57 por ciento mujeres, con una edad media de 74 años), con un diagnóstico de insuficincia cardiaca, entre 1979 y 2000.



En esta comunidad, la incidencia de insuficiencia cardiaca ha permanecido estable durante las dos últimas décadas en hombres y en mujeres; en general es mayor entre los hombres y la supervivencia tras su aparición es peor en las mujeres. La incidencia de la enfermedad entre hombres era de 378 por cada 100.000 personas, y entre mujeres era de 289 por cada 100.000 personas. Esto no cambió al cabo del tiempo entre hombres o mujeres. Tras una media de seguimiento de 4,2 años, se dieron 3.347 muertes, incluidas 1.930 entre las mujeres y 1.417 entre los hombres. La supervivencia tras el diagnóstico de insuficiencia cardiaca era peor entre los hombres que entre las mujeres, pero la mejoría general aumentó con el tiempo, según los investigadores. La supervivencia en cinco años era de un 43% entre 1979 y 1984, comparada con un 52% entre 1996 y 2000.



Estos hallazgos revelan que las mejorías aparentes no se han logrado uniformemente: los hombres y las personas más jóvenes experimentaron mayores aumentos de la supervivencia, en comparación con una menor o ninguna mejoría para las mujeres y las personas mayores, según los investigadores