Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La ventosa es tan segura como el fórceps en el parto y reduce el número de cesáreas, de acuerdo con un estudio publicado por la revista British Medical Journal. Según el trabajo dirigido por el doctor Kitaw Demissie, de la Universidad de Medicina y Odontología de New Jersey, Estados Unidos, la mortalidad neonatal es similar con el empleo de uno u otro método, pese a los riesgos inherentes al uso de toda técnica instrumental durante el parto.

Sin embargo, el empleo de ambas técnicas se tradujo en un mayor riesgo de realizar respiración asistida al recién nacido y de que la madre, por su parte, sufriera desgarros del perineo, la región situada entre el pubis y la punta del cóccix.

Para llegar a estas conclusiones los expertos evaluaron los nacimientos en dos grupos de población. El más numeroso correspondió a once millones y medio de recién nacidos en los Estados Unidos y el otro lo conformó un registro de 375 mil 351 neonatos en el Estado de New Jersey. Los resultados de este trabajo acerca de la relación entre mortalidad neonatal y técnica instrumental concuerdan con trabajos científicos anteriores, destaca el artículo. La Agencia estadounidense de Fármacos y Alimentos (FDA) alertó en 1988 sobre el posible riesgo de daños al bebé debido a la utilización de las ventosas, herramienta que se adhiere a la cabeza del feto y favorece su salida con la ayuda de las contracciones del útero. Aunque en algunos países como España está casi en desuso esta alternativa, en otros como Estados Unidos se ha empleado cada vez más en los últimos catorce años, destaca el nuevo estudio.