Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Aumentar la producción de la hormona del crecimiento puede constituir un tratamiento eficaz para la lipodistrofia relacionada con el VIH, que supone la redistribución de grasa y otros cambios metabólicos en aquellos que reciben la combinación terapéutica de antirretrovirales para combatir el VIH.



Investigadores de Massachusetts General Hospital (EE.UU.) informan esta semana, en una edición especial de Journal of the American Medical Association (JAMA) dedicada a la conferencia internacional sobre sida que se celebra en Bangkok, que la administración de la hormona liberadora de la hormona del crecimiento a un grupo de hombres con lipodistrofia debida al VIH mejoraba notablemente la distribución de la grasa en estas personas, sin efectos negativos.



En los experimentos realizados para este estudio participaron 31 hombres con lipodistrofia por VIH, durante un seguimiento de 12 semanas. A los participantes se les administraba diariamente la hormona liberadora de la hormona del crecimiento GHRH (Growth-hormone-releasing hormone), o una inyección de placebo.



Para poder seguir el rastro de la secreción de la hormona del crecimiento, GH, los especialistas midieron los niveles de factor de crecimiento 1 del tipo de la insulina, IGF-1 (insulin-like growth factor-1). Como parte del sistema de retroalimentación natural, los niveles de IGF-1 aumentan en respuesta a los niveles de GH en la sangre, lo que desactiva una posterior secreción hormonal.



Al final del estudio se vio que los participantes en el grupo que recibió GHRH registraban notables aumentos en sus niveles de IGF-1 en comparación con el grupo que recibió placebo, lo que indica una más normal producción y regulación de GH. Además, la composición corporal de aquellos en el grupo GHRH volvió a un patrón más normal, con aumentos en la grasa subcutánea de las extremidades y menos depósitos de grasa abdominal.



Pese a que no se observaron diferencias significativas en el total de masa de grasa, aquellos en el grupo que recibió GHRH registraron notables aumentos en la masa corporal. El nuevo estudio constituye una prueba inicial de que el aumento de los niveles de la hormona del crecimiento posee el potencial de revertir la composición anormal del organismo que se observa en las personas afectadas por lipodistrofia relacionada con el VIH.