Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un fármaco hecho por la empresa Pfizer Inc puede proteger el corazón de pacientes jóvenes que están recibiendo quimioterapia e impedir que desarrollen problemas cardíacos graves posteriormente en su vida, dijeron el miércoles investigadores.

Un estudio publicado en la edición de esta semana del New England Journal of Medicine sugiere que el fármaco dexrazoxana puede convertirse en una herramienta útil para disminuir los efectos colaterales del tratamiento contra la leucemia en niños.

Hay unos 250 000 niños que han sobrevivido al cáncer en Estados Unidos y más de la mitad recibió farmacoterapias que hoy se sabe perjudican al corazón. Pero los médicos administran estos medicamentos de todas formas porque son eficaces para combatir el cáncer. Sin embargo, los niños que reciben quimioterapia son ocho veces más proclives a morir de problemas cardíacos que los que no han padecido cáncer. La tasa de muerte súbita, probablemente por cardiopatía, es cuatro veces mayor entre los sobrevivientes jóvenes del cáncer.

Steven Lipshultz, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami y director del estudio, dijo que había estudiado a 50 sobrevivientes del cáncer -algunos recién llegados a la adultez- que requieren de trasplante de corazón, porque la realidad soberana es que hay un precio a pagar por la cura. Ahora pocos niños tendrían que pagar ese precio, según Lipshultz, cuyo estudio fue auspiciado por la empresa Pfizer, los Institutos Nacionales de Salud y la firma Roche Diagnostics.

El estudio halló que entre los 101 niños que están recibiendo el fármaco contra la leucemia, doxorubicín, durante la quimioterapia, el 50% mostró evidencia de daño cardíaco. Sin embargo, cuando se añadió dexrazoxana al tratamiento de 105 jóvenes, los signos de daño cardíaco sólo se apreciaron en el 21% de ellos. Es más, la dexrazoxana no pareció disminuir la eficacia de los medicamentos anticancerígenos, aunque el equipo de Lipshultz destacó que estos hallazgos no son concluyentes y recomendó que se haga un seguimiento a largo plazo para determinar la influencia de la dexrazoxana sobre la supervivencia y la función cardiaca.

Se cree que el fármaco dexrazoxana, que se vende bajo el nombre de Zinecard, absorbe los radicales libres derivados de la quimioterapia. Este medicamento ha estado en el mercado por unos treinta años, aunque no se ha aprobado para este uso, según Lipshultz. En un editorial publicado en la misma revista, Leontine Kremer y Huib Caron dijeron que el estudio de Lipshultz es un "paso importante" hacia la protección del corazón infantil durante la quimioterapia, pero agregaron que aún hay incógnitas con respecto al fármaco.

Kremer y Caron, de la Universidad de Amsterdam, dijeron que la dexrazoxana no se ha utilizado en adultos debido a evidencias confirmadas en pacientes con cáncer de mama que apuntan a que puede disminuir la eficacia de los tratamientos anticancerígenos, o tener efectos colaterales en la sangre, el estómago y los intestinos.