Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La diabetes es de por sí una enfermedad vascular, en la que los pacientes suelen presentar generalmente unos niveles demasiado elevados tanto de colesterol como de triglicéridos. Hasta el momento, las evidencias científicas recomendaban, entre otras cosas, controlar estrictamente el colesterol en este tipo de pacientes, algo que, según los expertos, hasta los mismos enfermos tienen bastante asumido.



Sin embargo, los especialistas continúan investigando para poder abordar de una manera más contundente esta enfermedad, muchas veces mortal si no se controla adecuadamente. Y precisamente en esta línea se enfoca el estudio observacional que desde hace dos años desarrollan grupos de trabajo de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínico de Málaga y de la Universidad de la misma ciudad andaluza.



"Nuestro estudio -argumenta el Dr. Pedro Valdivielso, vicepresidente del XVI Congreso Nacional de Arteriosclerosis, celebrado en Marbella- analiza precisamente cuál es el papel de los triglicéridos en la enfermedad vascular periférica, es decir, en las extremidades inferiores, que se asocia a la diabetes".



Los primeros resultados de este trabajo vislumbran ya algunas conclusiones. "Parece ser -explica el Dr. Valdivielso- que sí existe relación directa entre la cantidad de grasa que circula por la sangre después de las comidas y la presencia de enfermedad vascular periférica medida por Doppler". De confirmarse, y siguiendo con los argumentos expuestos por este especialista, cabría concienciar a médicos y pacientes de que un enfermo diabético no sólo debe controlar el colesterol, sino que le resultará vital tener muy en cuenta también las concentraciones de triglicéridos, algo que puede llevarse a cabo de una manera tan sencilla como estableciendo un estricto control dietético bajo la supervisión del médico que realice el seguimiento de estos pacientes.