Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un equipo de científicos argentinos anunció el miércoles en Buenos Aires que, tras siete años de investigaciones, logró convertir el colesterol presente en la leche y el huevo en pro vitamina D, la fuente primordial para la formación ósea.

Florín Christensen, miembro del equipo y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) explicó que la conversión se logra a través de la aplicación directa del microorganismo denominado Tetrahymena. Las enzimas fueron adquiridas, explicó el científico, "a lo largo de su evolución, y tienen la particularidad de metabolizar y convertir el colesterol en pro vitamina D. Funcionan como un pac-man, ya que incorporan el colesterol y lo mantienen intracelularmente". Según el CONICET, "para ello se utilizan cultivos libres de bacterias de un organismo no patógeno (Tetrahymena) que tiene como propiedad la capacidad de convertir el colesterol en pro-vitamina D, que a su vez, por irradiación puede transformarse en vitamina D". La vitamina D tiene un rol muy importante en la formación del hueso, resultando así una combinación apropiada para que en la leche, huevos y fideos, por ejemplo, se pueda aumentar la fuente principal de calcio.

Además los científicos consideran que es beneficioso reducir el colesterol, al que siempre se lo relaciona con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. "De esta manera, se logra la conjunción de dos cosas importantes: una buena fuente de calcio con bajo contenido de colesterol", explicó Florín Christensen. "Este proyecto tiene dos puntas: primero reducir la ingesta de colesterol, ya que produce numerosos problemas en el organismo; y la segunda es el agregado de pro vitamina D" agregan los expertos.

Aclaró Christensen que "la Tetrahymena es aceptada por la comunidad científica como un organismo GRAS (Generally Regarded As Safe) generalmente seguro, pero de todos modos es necesario cumplir con todas las etapas de aprobación para el uso de los productos tratados como alimentos para uso humano y animal".

El investigador explicó que "este trabajo tiene gran importancia a nivel local, ya que la Argentina es un país productor de leche y huevo, y también a nivel internacional, porque el proceso es fácilmente aplicable a escala industrial y la Argentina podría exportar esta tecnología a otros países".

Ya se patentó el proyecto y ahora se está a la búsqueda de más recursos para profundizar y completar los estudios.