Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Conocidas por su elegancia como las damas del reino vegetal, las orquídeas podrían contribuir al rejuvenecimiento de los humanos, según una científica cubana. La doctora Alejandrina Peña Remigio, autora del libro Flores que incrementan la salud y la alimentación, declaró a Prensa Latina que en la actualidad se estudian los poderes curativos de las especies endémicas de este extremo del país. Estos capullos de orquídeas que sobresalen entre muchas por su curioso pétalo modificado equilibran energéticamente las gónadas, secretoras de hormonas sexuales, agregó la terapeuta. Comentó que las esencias de esa planta favorecen la revitalización de todas las células del organismo por lo que recomienda su ingestión en infusiones y ensaladas.

El Orquideario de Soroa, mayor vergel de su tipo en el país, es el laboratorio principal donde se desarrolla la investigación que incluye experimentos con variedades de otras latitudes, entre ellas algunas oriundas de la región amazónica. Desde tiempos lejanos se le atribuye a la abundante familia de orquídeas, con más de 25 mil especies en el orbe, bondades afrodisíacas por el parecido de los tubérculos de ciertas plantas europeas con los órganos sexuales de los animales. Esa similitud dio origen a la denominación de orchis, que en griego significa testículos.

Además de su acción rejuvenecedora, pueden provocar otros efectos igualmente benéficos en el aspecto físico y espiritual pues contribuyen a sanar muchos padecimientos y estimulan estados de ánimo como la alegría, explicó. Esta teoría se basa en la terapia del inglés Edward Bach (1936) quien encontró en las esencias de plantas silvestres de las Islas Británicas poderes para aliviar desórdenes emocionales o influir indirectamente en las enfermedades.

A las más de treinta fórmulas elaboradas por el especialista en bacteriología, inmunología y homeopatía, dijo Peña Remigio, se adicionan otras creadas en distintas naciones del orbe, entre ellas las que integran el sistema cubano, que se enriquecerá con los ensayos actuales. La investigadora explicó que las cualidades curativas se asocian al color y la forma de las flores capaces de equilibrar los principales centros energéticos del cuerpo como el cerebro, principios muy extendidos en la cultura hindú.

En el Orquideario de Soroa, a unos 76 kilómetros de La Habana, se reproducen in vitro orquídeas con el propósito de incrementar sus poblaciones, reducidas por las sobrecolectas, los embates de depredadores naturales y las inclemencias del tiempo. Esta región del país abriga a un tercio de las especies que habitan en el archipiélago, la mayoría de las cuales crecen en la Sierra del Rosario y la Península de Guanahacabibes, dos de las seis reservas de la biosfera que existen en Cuba.

A pesar de que existen muchos escépticos, la terapia floral demuestra su eficacia en el tratamiento de numerosos padecimientos como las alternaciones respiratorias, de las vías digestivas o desequilibrios emocionales, subrayó Peña Remigio. Cada vez son más los cubanos que prefieren esa terapéutica, sin ninguna contraindicación y que por su inocuidad puede emplearse con éxito, sobre todo en grupos tan vulnerables como los recién nacidos, agregó.

Los experimentos con orquídeas, concluyó la especialista, están en fase de validación pero sin dudas revelarán cualidades insospechadas de las llamadas aristócratas, que además de proporcionar un alimento tan codiciado como la vainilla pueden ser fuente de salud.