Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los niños, las mujeres embarazadas y las que planean estarlo deberían limitar estrictamente el consumo de pescado y no ingerir determinadas variedades para evitar el daño potencial de niveles elevados de mercurio y PCBs (policlorobifenilos), de acuerdo con unas recomendaciones conjuntas de las sociedades norteamericanas Asociación de Profesionales de Salud Reproductiva y Médicos por la Responsabilidad Social.



Según estas recomendaciones, deben evitar consumir pez espada, tiburón, lucio y blanquillo camello (01Ctilefish01D, en inglés), y deben limitar a una consumición semanal el consumo de atún blanco fresco o enlatado, mero, peces aguja (01Cmarlin01D) o 01Creloj anaranjado01D (01Corange roughy01D). Por el contrario, consideran seguro para la dieta el consumo de hasta dos veces por semana de calamares, rape, lubina y trucha, entre otros pescados, 01Cya que es necesario comer pescado para tener una dieta saludable01D.



Estos expertos reconocen que el pescado y el marisco son una buena fuente de proteínas y de ácidos grasos omega-3, pero en estas últimas recomendaciones recalcan los riesgos del consumo de mercurio y de PCBs presentes en el pescado, que pasan a la sangre y pueden dañar el desarrollo neurológico de los fetos y de los niños pequeños.



Frente a los PCBs, señalan que niños y mujeres no deberían comer más de dos veces al mes sardinas, arenques o salmón, aunque indican que el salmón 01Cde granja01D parece tener mayor cantidad de contaminantes que el salvaje. También reseñan que los suplementos de aceite de pescado pueden contener niveles elevados de mercurio y PCBs.



Estas recomendaciones coinciden bastante con las formuladas el pasado mes de marzo por la FDA y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) estadounidenses, que causaron gran revuelo y fueron puestas en cuestión por las autoridades sanitarias de muchos países, especialmente en Europa.