Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La adicción al cigarrillo reduce la vida del fumador diez años, pero dejar de fumar a cualquier edad reduce el riesgo de fallecer a causa de su hábito. Estas son las principales conclusiones de un gran estudio que ha evaluado a cerca de 35.000 hombres durante 50 años.



Esta gran investigación, que comenzó en 1951, fue la primera que confirmó, hace ahora 50 años, el vínculo entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Esta mañana, los principales investigadores del trabajo, Richard Doll Y Richard Peto, han revelado nuevos datos de este estudio.



Desde los años 50, han contactado periódicamente con los participantes para ver si sus hábitos habían cambiado.



De este modo se constató que al menos la mitad (y puede que hasta dos tercios) de los fumadores persistentes morirá por su hábito. Una cuarta parte fallecerá entre los 35 y los 69 años.



Los fumadores que como media consumían casi una cajetilla diaria y habían comenzado a fumar a los 18 años tenían el doble de posibilidades de fallecer antes de los 70 que aquellos que no tenían la adicción. Las probabilidades de morir antes de cumplir los 90 se triplicaban.



Los hombres que nunca habían fumado vivían como media una década más que los que habían tenido este vicio durante gran parte de su vida. Pero nunca es tarde para plantearse abandonar este hábito.



Dejar el vicio a cualquier edad



Los hombres que habían dejado de fumar en su treintena vivían tanto como los que nunca habían fumado. Asimismo, los que lo dejaban a los 40 vivían sólo un año menos que quienes nunca habían fumado.



Despedirse del tabaco a los 50 o a los 60 prolongaba la vida del fumador seis o tres años, respectivamente.



Los resultados de este trabajo se publicarán este sábado en el 'British Medical Journal'.