Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Una vacuna terapéutica experimentada en ratones afectados por el mal de Parkinson demostró tener capacidad para bloquear la neurodegeneración que provoca la enfermedad. El trabajo fue realizado por el equipo de Howard Gendelman de la Universidad de Nebraska Medical Center. La vacuna, explicaron los expertos en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, PNAS, de Estados Unidos, pone en marcha una respuesta inmunológica que bloquea los procesos inflamatorios responsables de la muerte neuronal que provoca la enfermedad. Como la base de la vacuna es una sustancia ya aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) norteamericana utilizada ya en enfermedades como la esclerosis múltiple, el copexone (COP-1), los especialistas sostienen que muy pronto comenzarán a trabajar en casos humanos en la Universidad de Columbia.

Según refirió Gendelman en su intervención, el COP-1 desencadena el crecimiento de las células inmunológicas antinflamatorias que bloquean las reacciones degenerativas en los centros dopaminérgicos afectados por el mal. Pero, subrayó el científico, hay que trabajar aún para identificar a la perfección las células de defensa que ayudaron a los cobayos y para mejorar las técnicas diagnósticas, como la resonancia magnética, para monitorear la progresión de la enfermedad.

El mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica caracterizada por síntomas tales como el temblor, la rigidez y la lentitud de los movimientos, y las alteraciones del equilibrio. Por el momento no existen tratamientos sino fármacos para aliviar los síntomas. "La vacuna es un medio completamente nuevo para combatir las enfermedades neurodegenerativas", declaró Gendelman.

Para llegar a esto los científicos partieron de la premisa de que en muchas enfermedades neurodegenerativas las células de apoyo del cerebro son las que cumplen el papel de mediar la respuesta inflamatoria que destruye las neuronas. Con la vacuna se puede impedir esta respuesta inflamatoria y al mismo tiempo aumentar localmente la presencia de neurotrofinas o factores de crecimiento protector de las neuronas. El uso de la vacuna tiene como objetivo desencadenar dentro del cuerpo la neuroprotección necesaria para bloquear la progresión de la enfermedad.