Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Dado que uno de los factores básicos de riesgo para el alcoholismo es la tolerancia al alcohol, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.) ha desarrollado un estudio en el que expone a grupos de gusanos al alcohol para examinar los cambios genéticos sutiles que se producen entre las distintas cepas. De esta forma, los autores del estudio han identificado un gen que afecta a la sensibilidad al alcohol.



En la última edición de la revista Neuron, los especialistas explican que las diferencias sutiles en distintas cepas de gusanos se deben a una proteína cerebral llamada NPR-1. La elección de los gusanos como sujetos de estudio es porque hay evidencias anteriores de que el alcohol afecta al comportamiento de estos animales.



Pese a que los mecanismos que median en la reacción al alcohol en los seres humanos o en otros animales no se entienden bien, la mayoría de las proteínas neuronales humanas poseen versiones en los gusanos y parece probable que, al menos algunos mecanismos, se compartan. Adicionalmente, el gusano ha sido el sujeto de un estudio genético masivo por parte de los científicos, y hay distintas cepas genéticas disponibles para la investigación, en todo el mundo. En sus experimentos, los investigadores expusieron a dos cepas salvajes de gusanos, uno de Inglaterra y otro de Hawai, al alcohol, y compararon cómo manifestaban 'tolerancia aguda' cuando se exponían por primera vez al etanol.



Los investigadores emplearon concentraciones de alcohol comparables a las que causan intoxicación en los seres humanos. Las reacción de los gusanos al alcohol se midió por lo más o menos lento que se volvía su movimiento tras la exposición. Los gusanos hawaianos mostraron una más clara recuperación de la intoxicación inicial que los gusanos ingleses.



El análisis genético de las dos cepas de gusanos dio lugar a una diferencia sutil entre las cepas en el gen que codifica para NPR-1. La diferencia genética, según se demostró en sus experimentos, causó la producción de mayores niveles de proteína NPR-1 en los gusanos ingleses sensibles al alcohol, lo que disminuyó su capacidad de recuperarse de la exposición al alcohol. Mientras que los investigadores no saben la función exacta de NPR-1, sí saben que parece actuar como receptor neuronal, en el que se engarzan las proteínas que afectan a la señalización entre las células.



El equivalente humano de NPR-1, el neuropéptido Y (NPY), ha sido investigado como un vínculo genético potencial al alcoholismo, pero los datos han sido controvertidos. Si posteriores estudios determinan que NPY afecta a la sensibilidad al alcohol, los investigadores creen que determinar la variación genética en el gen en personas, puede tener una relevancia directa en la capacidad de predecir la vulnerabilidad al alcoholismo en los seres humanos.