Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El nematodo C. elegans ha servido como modelo a un equipo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) para descubrir que un tipo de moléculas, que también está presente en el ser humano, puede prolongar la supervivencia y evitar la acumulación anormal de proteínas que provocan enfermedades degenerativas.



Los resultados, publicados en el último número de Science, evidencian por primera vez una relación entre el envejecimiento y las enfermedades asociadas a la edad.



Las moléculas, denominadas proteínas de choque térmico pequeñas, son conocidas por adherirse a las proteínas celulares dañadas o desdobladas y prevenir que se agreguen de forma perjudicial. La coordinadora del trabajo, Cynthia Kenyon, profesora de Bioquímica en la UCSF, considera que el estudio "aporta una explicación molecular sobre la susceptibilidad de las personas ancianas a desarrollar enfermedades de agregación proteica".



Investigación previa

Hace diez años el equipo de Kenyon demostró que modificando un único gen del C. elegans se doblaba la esperanza de vida del nematodo. El gen, daf-2, codifica un receptor de la insulina y el factor de crecimiento de tipo insulínico 1 (IGF-1). Estas mismas vías también modifican la longevidad en la mosca de la fruta y en humanos.



Otras investigaciones del grupo de la UCSF demostraron que los ratones con el daf-2 modificado empezaban a acumular proteínas dañadas más tarde que los nematodos normales, incrementando así su esperanza de vida y retrasando la aparición de este tipo de patologías.



En este estudio, la tecnología de microarray de ADN permitió demostrar que la expresión de los genes de cuatro proteínas de choque térmico pequeñas incrementaba significativamente la esperanza de vida de dos nematodos con el gen daf-2 mutado. También encontraron que la estimulación de esta expresión genética necesita de dos proteínas, DAF-16 y HSF-1, que son factores de transcripción capaces de dirigir la actividad genética.



Para determinar si las proteínas de choque térmico pequeñas influían en la esperanza de vida, los científicos utilizaron la interferencia de ARN para incapacitar parcialmente los genes de estas proteínas de choque térmico. Así, demostraron que las proteínas de choque térmico tienen un papel sustancial en el aumento de la esperanza de vida de los nematodos.



(Science 2003; 300: 1.142-1.145).