Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

La leptina, popularmente conocida como la hormona de la obesidad, afecta tanto a la estructura como a las funciones del cerebro relacionadas con el control del apetito, divulga la revista Science en su última edición. Según un estudio realizado por científicos de diferentes centros universitarios estadounidenses, esa molécula proteica altera las conexiones neuronales-plasticidad, y la actividad eléctrica de células cerebrales específicas. Ella actúa controlando las sinapsis, punto de unión de dos neuronas donde se lleva a cabo el proceso de comunicación, base del funcionamiento cerebral, explicaron los expertos.

Más concretamente, precisaron, esa hormona, de reciente descubrimiento (1994), opera afectando la conducta alimentaria. Se trata del efecto dinámico bastante dramático y sorprendente, según los especialistas, en tanto las neuronas crean nuevas conexiones en función de la respuesta a la leptina.

Este es el primer estudio en el que se pueden apreciar los cambios inducidos por esa proteína, encargada de regular el peso corporal en las conexiones sinápticas, variaciones registrables además en la actividad eléctrica de las células implicadas.

Para llegar a estos resultados los científicos emplearon un modelo de ratón obeso. Estos roedores, carentes de leptina, molécula producida por las células grasas, alcanzan el doble de tamaño que los ratones normales, presentando además cinco veces más concentración de tejido adiposo en su organismo.