Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Científicos galeses han desarrollado una nueva técnica que permite extraer de manera selectiva los ganglios linfáticos de las axilas afectados por el cáncer de mama, evitando extirpaciones innecesarias y penosos efectos secundarios. Actualmente, cuando el médico cree que el cáncer puede extenderse extirpa el tumor y también las glándulas localizadas debajo del brazo, lo que puede causar una pérdida de movimiento en esa extremidad.

Según un equipo de expertos de la Universidad galesa de Cardiff, en dos tercios de los casos extraer esos ganglios es innecesario y causa más dolor a las pacientes. Tras investigar con un grupo de mil mujeres han desarrollado una nueva técnica menos perniciosa, que estará lista para su aplicación en unos dos años.

Los investigadores han descubierto que extirpando sólo uno de los ganglios se puede determinar si el cáncer se ha extendido o no, con lo que se evita quitar el resto de las glándulas.

Con una pequeña dosis de radiactividad los doctores localizan la glándula principal (centinela), que se nutre directamente del tumor, y pueden extirparla con una pequeña operación, sin que las demás se vean afectadas si es que el cáncer no se ha extendido.

"La práctica actual es extirpar todos los ganglios de las axilas, porque necesitamos saber si el cáncer se ha extendido -comentó el profesor Robert Mansel-. Esta nueva técnica nos permite extirpar sólo el ganglio más importante".