Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Unos 4 000 británicos pueden estar infectados, sin saberlo, de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (CJD), la variante humana de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o también llamada mal de las vacas locas, indicó el viernes un estudio científico. De acuerdo al informe, los científicos del hospital Plymouth's Derriford, al sur de Inglaterra, y de la Unidad de Vigilancia del CJD, consideran que muchas más personas de las indicadas podrían estar infectadas con la variante humana de la vaca loca. El estudio, que fue publicado por la Journal of Pathology y que analizó a 12 674 personas, indicó que tres de ellas mostraban la variante del CJD.

Al extrapolar esa información con el total de la población de Gran Bretaña, concluyeron que unos 3 800 británicos estarían infectados con el mal letal. Desde que la enfermedad apareció en seres humanos en 1995, un total de 141 personas han muerto en Gran Bretaña como consecuencia del mal. Sin embargo, el número exacto de personas afectadas sigue siendo aún un misterio, ya que los científicos no han logrado identificar cuál es el período exacto de incubación de la enfermedad. "Nuestros descubrimientos deben ser interpretados con precaución, pero para nada ser descontados", declaró el científico David Hilton, líder de la investigación. "Aún tenemos mucho por aprender del CJD y la presencia de esta proteína en los tejidos humanos no significa que aquellos infectados vayan a morir del CJD", aclaró.

La noticia se conoce pocos meses después que el gobierno de Gran Bretaña, prohibiera la donación de sangre de aquellas personas que se hubieran realizado transfusiones antes de 1980. Esa medida se tomó luego que un británico muriera como consecuencia de haberse infectado con el mal de CJD, a través de una transfusión de sangre contaminada.

Tras el informe divulgado el viernes, un portavoz del Ministerio de Salud, indicó: "Ya hemos establecido medidas para reducir el peligro de posibles transmisiones de esta enfermedad a través de transfusiones y del uso de instrumentos de cirugía infectados". "Aún queda mucho por hacer y esperamos que la cifra dada sea mucho menor", finalizó