Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los pacientes con leucemia o linfoma, que se someten a transplante de células hematopoyéticas y sobreviven, pueden esperar una recuperación completa a los entre tres y cinco años tras la intervención.



Así lo indica un estudio desarrollado por investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center, en Seattle (EE.UU.), que se publica en la última edición de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA. 2004;291:2335-2343.).



El trasplante de células hematopoyéticas es un tratamiento eficaz y ampliamente usado para las enfermedades hematológicas malignas, según información de fondo contenida en el estudio. El índice y predictores de la recuperación física y emocional después del transplante de células hematopoyéticas no se ha definido adecuadamente en estudios a largo plazo. Comprender estos procesos puede facilitar un consentimiento más informado y preciso, un mejor planeamiento del tratamiento de los pacientes y de la organización médica, y permitir el diseño de intervenciones que mejoren la recuperación funcional.



Se evaluó el rendimiento en los pacientes desde el pretrasplante hasta un periodo posterior de cinco años de seguimiento, en 319 adultos que se sometieron a transplante mieloablativo de células hematopoyéticas para tratar la leucemia o el linfoma.



De los 99 supervivientes a largo plazo que no registraron recurrencias de la enfermedad, 94 completaron el seguimiento de cinco años. Se observó que la recuperación física se daba antes que la psicológica (o recuperación hasta que el paciente se siente apto para trabajar). Tan solo un 19 por ciento de los pacientes se recuperaron completamente al cabo de un año. La proporción sin limitaciones importantes aumentó hasta un 63 por ciento al cabo de los cinco años de la operación.