Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Más de cinco años de «moratoria de facto» en la autorización de organismos modificados genéticamente (OGM) están abocados a su fin en la Unión Europea si, como todo parece indicar, la Comisión Europea aprueba hoy la importación de un tipo de maíz transgénico llamado Bt-11. En un último intento por frenar esa autorización, tres eurodiputados de Los Verdes se entrevistaron ayer con el presidente comunitario, Romano Prodi, quien únicamente se comprometió a aplazar la decisión si hay un número «significativo» de comisarios que expresan dudas o una abierta oposición a la comercialización del maíz Bt-11. Los Verdes precisaron en un comunicado que ocho de los treinta comisarios europeos no secundan la autorización, anunciada para la reunión de hoy por el portavoz oficial del Ejecutivo, informa el diario ABC.



Los OGM son todos aquellos organismos (plantas, animales y bacterias) cuyo genoma es manipulado, la mayoría de las veces con la introducción de genes de otras especies, para mejorar sus condiciones naturales (resistencia a plagas, crecimiento en condiciones medioambientales hostiles, maduración retardada...). Generalmente son plantas utilizadas en alimentación humana y animal.



Estricta normativa comunitaria



A pocas semanas de las elecciones europeas, y después de que los países de la UE no lograsen ni rechazar ni apoyar la importación de ese maíz transgénico, con 6 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones, la Comisión Europea parece dispuesta a asumir el coste político del fin de la moratoria en un ambiente de hostilidad y desconfianza social hacia esos productos. Lo cierto es que la Comisión Europea carece de otra alternativa tras haber desarrollado y aprobado en los últimos años la normativa internacional más estricta, tres exigentes directivas ya en vigor sobre nuevos alimentos y etiquetado, trazabilidad y liberación de organismos genéticamente modificados.



Si el expediente del maíz Bt-11 recibe el visto bueno, se reactivará la maquinaria administrativa que se detuvo en 1998 por voluntad política de los Quince, dejando treinta OGM en lista de espera. Hasta entonces se habían autorizado veinticinco productos en virtud de un marco regulador disperso y confuso. A partir de ahora, todos los alimentos con OGM tendrán un tratamiento único y diferenciado, que exige una evaluación científica de la Agencia de Seguridad Alimentaria. Comercializado por la empresa suiza Syngenta, el maíz Bt-11 tiene un gen de bacteria, que confiere resistencia contra el ataque del taladro, insecto que destruye las mazorcas. Hace años que en EE.UU. está permitida su venta en latas de granos de maíz dulce o en bolsas de palomitas. La autorización que hoy está en juego es sólo para su importación durante diez años. Transcurrido ese plazo, la decisión se revisa.