Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

El estímulo con pulsaciones magnéticas de una región cerebral puede ayudar a los pacientes que sufren daño parcial en la médula espinal a mejorar la función sensorial y motora, dijeron científicos el lunes.

En un estudio preliminar de cuatro pacientes paralizados parcialmente, quienes sufrieron lesiones hace un año o 18 meses, la estimulación magnética transcraniana repetitiva (EMTr) mejoró la capacidad de los pacientes de moverse y experimentar sensaciones. "Con la EMTr pudimos ayudar a las personas que sufrían de daño parcial en la médula espinal a recuperar parte del movimiento y las sensaciones", señaló Nick Davey, del Colegio Imperial de Londres y el Hospital de la Cruz Roja, quien probó el método. Todos los pacientes en el estudio habían sufrido lesiones parciales en la médula espinal, es decir, la médula no había sido separada del todo.

Según Davey, esta terapia no es adecuada para pacientes con lesiones medulares más graves porque no sirve para reparar la médula espinal. "Si uno se imagina a la médula espinal como una carretera bloqueada, el tratamiento ayuda a despejar el bloqueo, pero si dicha vía está completamente interrumpida, si el puente se ha derrumbado, entonces no hay manera de seguir adelante", explicó Davey en una entrevista.

Davey y sus colegas consideran que el tratamiento funciona fortaleciendo la información que sale del cerebro a través de las neuronas sanas hacia la médula espinal. "Creo que se activa la misma senda cerebral como cuando se repite un movimiento", agregó. "Estimula las neuronas en el cerebro al igual que cuando se hace un movimiento natural", explicó.

El equipo de científicos aplicó EMTr y una terapia placebo en una zona del cerebro, llamada corteza cerebral, de los pacientes. Los resultados de su estudio se publicaron en la revista Spinal Cord. Los pacientes recibieron una hora diaria de EMTr durante cinco días consecutivos. Luego, los científicos repitieron el proceso con una terapia placebo. Después de cada secuencia terapéutica, los investigadores determinaron la inhibición intracortical, una medida de respuesta a la estimulación. Si esta inhibición es débil, es más fácil que los mensajes del cerebro pasen por la médula espinal hacia el resto del cuerpo.

En comparación con el método placebo, la EMTr disminuyó la inhibición intracortical en los pacientes y mejoró su respuesta motora y sensorial.

Davey y sus colegas están planeando su próximo estudio en el que utilizarán más pacientes, pues quieren determinar el impacto del tratamiento en personas que han sufrido lesiones recientes en la médula espinal. "Creemos que con esta herramienta (...) seremos más eficaces cuando se trata al paciente precozmente", agregó Davey.