Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Los niveles de colesterol que los cardiólogos consideraban adecuados hasta ahora son aún demasiado altos. Un estudio publicado en abril en la revista 01CThe New England Journal of Medicine01D, que ya ha empezado a cambiar el modo en que los cardiólogos tratan a sus pacientes, ha demostrado que bajar el colesterol LDL 013el llamado colesterol malo013 por debajo de lo que los médicos recomendaban reduce de manera sustancial el riesgo de muerte prematura, informa el diario LA VANGUARDIA en su edición del domingo, 9 de mayo.



En las personas que ya han sufrido un síndrome coronario agudo 013por ejemplo, un infarto013, el estudio defiende un tratamiento agresivo contra el colesterol LDL para conseguir niveles muy inferiores a los 100 miligramos por decilitro (mg/dl) recomendados hasta ahora.



En las personas que aún no han tenido problemas coronarios, pero tienen por lo menos dos factores de riesgo 013por ejemplo, obesidad y tabaquismo013, 01Cprobablemente también tendremos que aplicar estrategias más agresivas para reducir el colesterol LDL01D, explica Valentí Fuster, director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York.



La primera medida para reducir el colesterol, recuerda Fuster, se basa en corregir los desequilibrios de la dieta y practicar actividad física. 01CLo que deberíamos hacer en las sociedades modernas es recuperar el estilo de vida de las sociedades primitivas, en que se comía menos, sobre todo menos carne, y la actividad física era mayor01D, afirma Fuster.



Pero en aquellas personas en que la dieta y la actividad física no son suficientes, los médicos disponen desde los años 90 de una nueva familia de fármacos que reducen el colesterol LDL: las estatinas. Lo que el nuevo estudio indica es que 01Csólo una fracción de los pacientes que deberían ser tratados con una estatina está recibiendo esta terapia en la actualidad01D, concluye el cardiólogo Eric Topol, catedrático de medicina cardiovascular de la Clínica de Cleveland (Estados Unidos), en un editorial publicado en 01CThe New England Journal of Medicine01D.



De los 200 millones de personas que se beneficiarían de un tratamiento con estatinas en el mundo, sólo 25 millones las están tomando, informa Topol. Aun así, las estatinas se han convertido en la primera fuente de ingresos para la industria farmacéutica, con un mercado global estimado en más de 18.000 millones de euros anuales.



El nuevo estudio, financiado por la multinacional farmacéutica Bristol-Myers Squibb (BMS), ha comparado la eficacia de dos estatinas distintas en 4.162 pacientes que habían sido hospitalizados por síndrome coronario agudo. El objetivo del estudio era demostrar que la pravastatina comercializada por la firma BMS 013que solamente representa el 12% del mercado global de estatinas013 no era menos eficaz que la atorvastatina comercializada por Pfizer 013la líder en ventas, con un 40% del mercado013.



Pero los resultados del estudio, que han dejado estupefactos a los cardiólogos, llevan a la conclusión contraria. Entre los pacientes tratados con la pravastatina de BMS, el nivel de colesterol LDL se redujo a una media de 95 mg/dl, una cantidad que los cardiólogos consideraban correcta; en este grupo, un 26,3% de los pacientes había muerto o había sufrido infartos u otros daños cardiovasculares graves en los dos años siguientes al inicio del tratamiento.



Entre los pacientes tratados con la atorvastatina de Pfizer, el colesterol LDL se redujo a 62 mg/dl y un 22,4% murió o sufrió recaídas graves. En resumen: al reducir el colesterol LDL de los 95 mg/dl que recomendaban los médicos a 62, el número de muertes y recaídas graves se redujo en un 16%. Luego, para estos pacientes que ya tenían el corazón deteriorado, 62 es mejor que 95mg/dl.



Un segundo estudio realizado por el equipo de Valentí Fuster que ha investigado qué ocurre en las arterias de las personas que toman estatinas explica el por qué de estos resultados. 01CHemos visto con resonancia magnética que la pared de las arterias se vuelve menos gruesa, lo cual es muy positivo01D, explica Fuster. 01CLos pacientes en los que el estado de las arterias mejora más rápido son aquellos con niveles de colesterol LDL muy inferiores a 100.01D



No se ha investigado aún quiénes se beneficiarían también de un tratamiento con estatinas entre las personas que no han sufrido problemas cardiovasculares graves. 01CPosiblemente las personas que tienen por lo menos dos factores de riesgo no deberán sobrepasar un LDL de 100, en lugar de 130 o 140 como aceptamos ahora01D, sostiene Fuster. Los factores de riesgo incluyen, entre otros, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión y la diabetes.



Los médicos ven venir 01Cun cambio radical en la prevención y el tratamiento01D de la arteriosclerosis, según frase de Eric Topol, de la clínica de Cleveland. Los últimos estudios 01Canticipan un seísmo en el campo de la cardiología01D.



01CSi la aspirina ha sido el fármaco más importante del último siglo para la prevención cardiovascular, las estatinas han sido el más importante de la última década01D, explica Jordi Rius, jefe de cardiología de la clínica Teknon, que ha creado una unidad de prevención cardiovascular para pacientes diabéticos.



El Colegio Americano de Médicos ya ha actualizado sus recomendaciones de tratamiento para los pacientes con diabetes tipo 2 013la más habitual013 a la luz de los últimos resultados. Según las nuevas directrices terapéuticas difundidas el 20 de abril, se debería recetar estatinas a todas las personas diabéticas mayores de 55 años y a todas las que, sin haber cumplido los 55, tengan algún factor de riesgo cardiovascular. También el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos y la Asociación Americana de Cardiología presentarán antes de final de año nuevas directrices de tratamiento, no sólo para personas diabéticas, sino también para el conjunto de los pacientes con enfermedades cardiovasculares.



Una carga económica para la sanidad pública



Un tratamiento con estatinas, los fármacos que reducen el colesterol LDL, cuesta unos mil euros anuales. Aunque por ahora sólo se recetan a una minoría de los pacientes que se beneficiarían de ellas, ya ocupan el segundo lugar en la factura farmacéutica de Catalunya (por detrás de los antidepresivos). Extender el tratamiento a todos los pacientes en que estaría indicado supondría una carga económica para los sistemas sanitarios públicos.