Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Un total de 17 equipos de 200 centros de salud de Barcelona, Navarra, Madrid, Valencia, Reus, Málaga, Sevilla, Baleares y Vitoria han iniciado un macroestudio para demostrar los efectos de la dieta mediterránea en la aparición de enfermedades cardiovasculares. La investigación tendrá una duración de cinco años.



Los resultados que se han obtenido durante los tres primeros meses de este estudio, denominado Predimed, que espera incluir hasta 2009 a 12.150 personas con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, apuntan que la dieta mediterránea puede prevenir la aparición de arteriosclerosis.



El estudio, que hasta el momento ha incluido a 1.000 pacientes, pretende "demostrar los beneficios de una dieta mediterránea en la prevención de enfermedades cardiovasculares", aseguró uno de los coordinadores del proyecto y médico del Hospital Clínic de Barcelona, el Dr. Ramon Estruch.



Los participantes, todos ellos con riesgo de complicaciones vasculares, se incluyen de forma aleatoria a tres grupos: el primero consume dieta mediterránea con suplemento de aceite virgen de oliva, el segundo el mismo patrón alimentario pero con frutos secos, mientras que el tercero sigue una dieta habitual baja en grasas.



Con los resultados de los primeros tres meses de estudio, sus investigadores han detectado que los marcadores en sangre que indican una inflamación de las arterias "bajan de forma significativamente entre las personas que consumen dieta de tipo mediterránea rica en aceite o frutos secos", según el Dr. Estruch.



Este experto, que no se atrevió a cuantificar esta reducción, al considerar que los resultados "son muy preliminares", aseguró que los pacientes del grupo que consume una dieta mediterránea con suplemento de aceite "ha tenido un incremento del colesterol HDL, que también actúa como protector frente a la arteriosclerosis".



Asimismo, tras consumir durante tres meses una dieta mediterránea con un mínimo de tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen o bien 30 gramos de frutos secos, "tampoco se ha detectado ninguna variación del peso corporal", aseguró el citado especialista.



El estudio, que pretende demostrar los efectos sobre la salud de esta dieta, rica en frutas, hortalizas, pescado, cereales, legumbres y con poco consumo de carne roja, ha analizado ya a 1.000 pacientes -mujeres de 60 a 85 años de edad y varones de 55 a 80 años de edad- con factores de riesgo cardiovascular. El 56% de los pacientes ya incluidos son diabéticos, el 27% son fumadores y el 47% hipertensos.