Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Investigadores del laboratorio del departamento de Biología Celular y del desarrollo de la Universidad La Sapienza de Roma identificaron una de las proteínas asesinas (killer) responsables de la enfermedad de Alzheimer. La identificación de la función de esta proteína despierta ahora nuevas esperanzas para la cura del mal y abre perspectivas en la búsqueda de una terapia eficaz.
Según el investigador Michele Mazzanti, que dirigió los trabajos, la proteína, bautizada CLIC-1, se encuentra en las células microgliales, que representan una especie de centinelas que defienden el cerebro de los ataques bacterianos o de sustancias nocivas. "En presencia del amiloide, una sustancia producida por el mismo sistema nervioso y considerada responsable del Alzheimer, los centinelas reconocen en ella un enemigo y entonces lo combaten, afirmó Mazzanti. Pero el problema, prosiguió el estudioso, es que "cuando tales células de defensa agreden el amiloide entra en el campo la proteína CLIC-1, cuya acción es la de promover la liberación de sustancias tóxicas que destruyen las neuronas". Desactivar esta proteína-asesina podría significar entonces contrastar el avance de la enfermedad.
Después de este paso adelante en la investigación sobre el morbo de Alzheimer la etapa sucesiva es la experimentación en animales. "Ya comenzamos la pruebas en los ratones de laboratorio -anunció Mazzanti- y el objetivo es el de comprender si bloqueando la proteína CLIC-1 en los animales sus neuronas resultan protegidas de la muerte".
Del Alzheimer, subrayó el investigador, "lamentablemente se conoce aún demasiado poco y es fundamental lograr comprender qué cosa hace comenzar esta enfermedad. "Esta podría ser la vía para una terapia eficaz", dijo.
La enfermedad de Alzheimer, que ataca a las células del cerebro anulando la memoria y la personalidad del individuo, es una enfermedad que en Italia afecta a unas 600 000 personas, con una incidencia que aumenta notablemente después de los 65 años. Se trata de una de las más frecuentes patologías del envejecimiento y hasta hoy el conocimiento de los mecanismos que conducen a la enfermedad sigue siendo mínimo y todavía no existen curas eficaces.