| Según se desprende del estudio que, publicado en la revista The International Journal of Impotence Research, ha sido llevado a cabo por el equipo de investigación del Dr. Jorge E. Toblli, director del Laboratorio de Medicina Experimental del Hospital Alemán de Buenos Aires, Argentina, el antagonista del receptor de la angiotensina II (ARAII) candesartán no sólo controla la hipertensión, sino que también puede proteger la función sexual masculina en modelos animales. En consecuencia, sugiere el Dr. Toblli, 01Cla administración de candesartán puede contemplarse como tratamiento de primera línea en los pacientes hipertensos que presentan disfunción sexual026 o en aquellos que quieren prevenir tal condición01D. Los investigadores administraron candesartán en ratas jóvenes hipertensas. El grupo control fue compuesto por ratas normotensas y ratas hipertensas no sometidas a tratamiento. Tras cuatro meses de estudio, los autores observaron que el tratamiento con candesartan se asociaba con un menor grado, cuando no ausencia, de cambios morfológicos inducidos por la hipertensión en, por una parte, los vasos sanguíneos y, por otra, los espacios cavernosos del tejido eréctil. Las ratas hipertensas tratadas presentaron, en comparación con los animales hipertensos no sometidos a tratamiento, una menor presión sanguínea, un menor porcentaje de musculo liso cavernoso, una menor área de músculo liso vascular y un menor porcentaje de colágeno tipo III. Como explicó el Dr. Toblli, 01Cdebe recordarse que cuanto menor sea la cantidad de músculo liso y colágeno en el tejido cavernoso, mayor será la probabilidad de que el flujo sanguíneo suplementario sea normal y se produzca una erección01D. Asimismo, los investigadores argentinos también han llevado a cabo dos estudios adicionales con ratas, trabajos que, aún pendientes de publicación, parecen apuntar que candesartán, al igual que el ARAII losartán, se asocia con una mayor protección del tejido eréctil que los fármacos antihipertensivos de otras familias 013el control de la presión sanguínea resulta similar. Al menos un estudio observacional ha sugerido que los pacientes tratados con ARAII disfrutan de una capacidad sexual superior a la que presentan aquellos en tratamiento con otros fármacos antihipertensivos. Por todo ello, el Dr. Toblli apuntó que 01Cparece que el efecto protector de candesartan y de otros ARAII parece ir más allá de la disminución de la presión arterial01D. Los ARAII, y quizá los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), pueden ejercer sus beneficios sexuales específicos por una interacción con el sistema renina-angiotensina del pene. Algunos mecanismos de acción implican el crecimiento del músculo liso cavernoso, un incremento del flujo sanguíneo del pene por síntesis local del óxido nítrico, y una mejora de la disfunción endotelial. En definitiva, según concluyen los autores, 01Cdesde que la vida sexual constituye uno de los aspectos más importantes en los tratamientos antihipertensivos, la posibilidad de controlar la presión sanguínea elevada y a la vez proteger el tejido eréctil debe contemplarse como un beneficio significativo01D. |
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