Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos

Tres brasileños que sufren de cáncer avanzado de cabeza y cuello se convirtieron en los primeros en participar en las pruebas clínicas de una nueva vacuna desarrollada por el bioquímico Celio Lopes Silva, de la Universidad de Sao Paulo (USP), reveló el martes la prensa local.

Según el diario Folha de Sao Paulo, las pruebas clínicas de la vacuna, que utiliza ADN, involucrará en total a 18 personas con cáncer, que recibirán tres dosis del medicamento. El bioquímico informó que la vacuna ha sido originalmente concebida para inmunizar contra la tuberculosis, pero en pruebas realizadas en ratones el producto también ha revelado eficacia en el combate al cáncer.

"Es la misma vacuna de la tuberculosis, con pequeñas adaptaciones para ser aplicada contra el cáncer. Lo importante es que el sistema de defensa del organismo que combate la tuberculosis es el mismo que combate un tumor", expresó el coordinador de las pruebas clínicas, Kald Ali Abdallah.

En la primera fase de pruebas, los científicos examinarán 270 parámetros de toxicidad de la nueva droga en base a los criterios definidos por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

No obstante, Lopes Silva admite que, ya en esta primera etapa, será posible sacar algunas conclusiones sobre la eficacia de la vacuna para tratamiento de cáncer, que será objeto de estudio en la segunda fase de la investigación, cuyas conclusiones finales serán conocidas dentro de tres años. "Si descubrimos desde ahora que los tumores disminuyeron, tenemos un resultado anticipado de lo que pasará en la fase 2. Sería casi como realizar las dos etapas en una sola", dijo.

Según Abdallah, los 18 pacientes seleccionados para someterse a las pruebas clínicas tienen cáncer avanzado, perspectiva de más de tres meses de vida, y están en buenas condiciones mentales. "La autorización debió ser dada por el enfermo y por la familia. Ellos fueron informados que no existe aún ninguna expectativa de cura en humanos y que pueden ocurrir efectos colaterales. La vacuna funcionó en ratones, pero ello no significa mucho para los seres humanos. La respuesta está en esta prueba clínica", dijo. El coordinador del experimento informó que el objetivo de la vacuna es accionar los linfocitos T CD8 y T CD4, que son células que cumplen la función de defensa del sistema inmunológico.

La investigación sobre esa nueva vacuna se inició en 1990, cuando Lopes da Silva realizó un curso de post-doctorado en Londres, y los primeros resultados positivos en el combate a la tuberculosis fueron presentados en 1994, por el propio bioquímico, durante una reunión de la Organización Mundial de Salud (OMS) realizada en Ginebra.

Desde 1992, el científico pasó a estudiar la posibilidad de utilizar la misma vacuna en el combate a algunos tipos de cáncer.